De acuerdo con los enardecidos hondureños, en su mayoría vendedores de negocios ubicados a orilla de calle, sus ventas se han reducido en gran medida porque los clientes que se conducen en vehículos temen que se les imponga una "esquela" por estacionarse unos minutos a hacer sus compras.
En ese sentido, uno de los manifestantes pidió al alcalde capitalino les permita un espacio para que los clientes puedan tener al menos 20 minutos su vehículo estacionado y no ser objeto de multa vial por parte de la Unidad de Movilidad Urbana del Distrito Central.
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Asimismo, entre los que aseguran verse afectados están los transportistas, específicamente taxistas de servicio directo y colectivo.
"Yo trabajo en taxi, pero no me dejan estacionarme a recoger pasajeros; tampoco venir a comprar a los locales. Yo tengo 6 niños y no puedo dejar de trabajar", aseguró uno de los manifestantes que hizo un llamado al edil Jorge Aldana.
Asimismo, hicieron el llamado a los agentes de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte para que no sean severos al momento de sancionar a los clientes o distribuidores de producto cuando llegan a descargar a orilla de calle, pues es un proceso necesario para su operación comercial.
Enfurecidos y cansados de lo que aseguran es un abuso que afecta directamente a su actividad, son decenas de vendedores y pobladores los que a plena mañana de este jueves colocaron lazos, neumáticos en llamas, piedras y armados con palos para evitar el paso vehicular desde las 7:00 a.m., causando un caos vial en la capital.
A eso de las 8:30 agentes policiales llegaron al lugar para desalojar a los manifestantes, quienes aún sin estar de acuerdo se hicieron a un lado mientras los policías daban paso a los vehículos.
Los pobladores aseguraron que no dejarán de exigir su derecho. Anunciaron más tomas.
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