Sofía Zelaya es una artista capitalina que comenzó a pintar a los 48 años, tres años después ha sido testigo de lo que el arte puede hacer en el ser humano.

La edad no es un límite para comenzar a pintar, dar rienda suelta a la imaginación y crear novedosas piezas de arte, que dejen mensajes positivos.

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Actualmente, tiene 51 años y en estos años no ha detenido su imaginación, pues también es una apasionada por la fotografía, así también lo es por Dios y su familia, tal como lo expresó en una amena entrevista con tunota.

Esta casada y tiene cuatro hijos. Desde sus primeros años de vida vivió rodeada de amor, por parte de sus padres y sus cinco hermanos. Rafael Zelaya (QDDG), un médico y padre amoroso; Judith de Zelaya, una emprendedora y madre talentosa.

Sofía Zelaya pintando. Foto: cortesía.

Acompañaba a sus hijos a clases de pintura

Sofía Zelaya siempre se sintió atraída por la pintura, pero nunca se consideró capaz de crear piezas de arte más allá de “figuras y palitos”.

“Tomé unos cuantos meses algunas lecciones, primero al acompañar a mis hijos, cuando eran pequeños a clases de pintura y otras más, hace aproximadamente dos años”, dijo.

Es pedagoga y trabajó como docente por muchos años, luego se dedicó a tiempo completo a la crianza de sus hijos.

“Trabajaba ocasionalmente como fotógrafa y traductora. Lo que pudiera hacer y que me permitiera cuidar de mis hijos. No tengo formación profesional en artes plásticas”, aclaró.

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La idea de “crear algo”, le motivó a continuar aprendiendo del arte. Se considera feliz con el simple hecho de encender su música y pintar.

“También amo que el arte nos provee de gratificación casi que inmediata”.

Aprovechar el tiempo

Sofía comentó que nunca imaginó vender sus pinturas. El mayor aprovechamiento de su etapa como pintora comenzó cuando sus hijos crecieron y su tiempo libre era mayor; esa etapa de madre tuvo cambios, y debía aprovechar su tiempo.

Su esposo y amigas fueron un apoyo para que logrará introducirse en el amplio mundo del arte.

“Me puse a pintar, desde casa, con lo básico y abrí mi página en Instagram y me parece mentira, pero he vendido más de 80 pinturas en dos años. Inicié dudando de mí misma. Llegó el tiempo de la pandemia, pensé que sería una pérdida de tiempo, y ahora doy gracias a Dios porque me forcé a mí misma a hacerlo”.

Sofía Zelaya posa junto a una pintura que realizó de un perro. Foto: Cortesía

Sofía Zelaya agradeció a su maestra Keyla Morel, por sus enseñanzas y fue gracias a ella que participó en sus primeras exposiciones de arte.

La fe es un tema central de inspiración en sus pinturas. “Intento que cada pintura que hago sea una exaltación de ese Dios y la creación tan perfecta que Él nos regaló”.

“A veces nuestros miedos e inseguridades no nos permiten avanzar. Jamás imaginé que vendería una pintura. Dios ha dado talentos a todas las personas, no dejemos que el temor nos paralice”.

Sofía Zelaya. Pintora hondureña.

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