Los delitos por los que fue hallado culpable son usurpación de la personalidad de otra persona, uso de documentos públicos falsos, cohecho y quebrantamiento de condena.

El 21 de junio, en compañía de su defensa, retornará al Tribunal de Sentencia para que se le individualicen sus penas.

Valmaña Cruz ya había sido condenado a 63 años de reclusión por secuestro agravado, asociación para delinquir y portación ilegal de armas de fuego.

En ese momento fue recluido en la cárcel de máxima seguridad de Ilama, Santa Bárbara, pero logró escaparse y eliminó sus huellas dactilares lacerando sus dedos con ácido.

En su lugar, utilizando sus datos personales, quedó cumpliendo condena otra persona hasta el 2 de junio de 2021.

Ese día, elementos policiales lo detuvieron en una residencial de alta plusvalía en San Pedro Sula, Cortés.

Durante el operativo, Jesús Valmaña Cruz presentó una identificación falsa con los datos de Ricardo Ezeeson López Cerrato, pero los elementos lo detuvieron y lo trasladaron hacia una posta policial.

Allí descubrieron que se trataba de una persona que debía estar cumpliendo una condena en la cárcel El Pozo.

Según informaron fuentes policiales, Jesús Valmaña Cruz, adminsitrador de las propiedades de la pandilla Barrio 18 en el norte del país, ofreció pagar L5 millones (unos 200,000 dólares) para que lo dejaran escapar.

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