Los delitos por los que fue hallado culpable son usurpación de la personalidad de otra persona, uso de documentos públicos falsos, cohecho y quebrantamiento de condena.
El 21 de junio, en compañía de su defensa, retornará al Tribunal de Sentencia para que se le individualicen sus penas.
Valmaña Cruz ya había sido condenado a 63 años de reclusión por secuestro agravado, asociación para delinquir y portación ilegal de armas de fuego.
En ese momento fue recluido en la cárcel de máxima seguridad de Ilama, Santa Bárbara, pero logró escaparse y eliminó sus huellas dactilares lacerando sus dedos con ácido.