Menos democracia, temor y limitaciones al debate y la participación ciudadana para resolver los problemas del país, son solo algunos de los resultados que han dejado las restricciones del espacio cívico en Centroamérica.

Las formas de restricción utilizadas en la región son muchas, explicaron este jueves diferentes expertos, entre ellos, Liliam Arrieta, directora de Abogados sin Fronteras para El Salvador.

"Desde leyes que criminalizan las oenegés nacionales y extranjeras cuando son críticas del Gobierno; en especial que intimidan a las organizaciones de derechos humanos que denuncian las violaciones que se dan a lo largo del continente", dijo Arrieta.

La fragmentación de la democracia es otra de las preocupaciones que señalaron los expositores. Al tiempo que, consideraron que solo los regímenes democráticos permiten maximizar los derechos individuales y colectivos de la ciudadanía.

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Esto solo ocurre cuando no se limitan los espacios cívicos, asegura Lucas Valderas, director de Abogados sin Fronteras en Honduras. "La medida en la que se impongan restricciones para que los ciudadanos puedan participar activamente en el debate público y acceder a la información, se deteriora la calidad del Estado de Derecho", dijo Valderas.

Centroamérica en los últimos años ha mostrado un marcado aumento del autoritarismo y retroceso de la democracia. En gran medida, a causa de las restricciones de los espacios cívicos y ciudadanos.

La criminalización de quienes defienden los derechos humanos las restricciones a la libertad de prensa y expresión, coincidieron los expertos consultados.

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