La trágica muerte del hondureño Allan Josué Guerrero, doctor y amante de las motos conmocionó a sus familiares. El joven perdió la vida en un desafortunado accidente de motocicleta en la carretera CA-5, dejando un vacío en el corazón de sus familiares, amigos y colegas.

A sus 32 años, Allan se destacaba no solo en su profesión médica, sino también en su pasión por los deportes, especialmente el motociclismo y el fisicoculturismo.

Así lo demostraban sus últimos videos publicados en redes sociales, el doctor se mostraba disfrutando de lo que más amaba: la libertad y la adrenalina de recorrer carreteras a bordo de su motocicleta.

Estos clips, ahora recuerdos, resaltan su habilidad y su espíritu aventurero que siempre lo caracterizó.

"Alan amaba la vida y todo lo que hacía, lo hacía bien y al pie de la letra", compartió Mario Guerrero, su hermano, a Noticieros Hoy Mismo, visiblemente afectado en el velatorio.

Durante el velatorio, la presencia de su camiseta de motocross, casco y guantes simbolizaban su amor por este deporte.

"Él no solo era un médico y un atleta, era un ser humano excepcional, muy dedicado y disciplinado, que buscaba la perfección en todo", añadió una vecina que lo conocía desde niño.

Pocos días antes del accidente, había regresado de México, donde completó una especialización, y se preparaba para un futuro prometedor que incluía competencias internacionales. Y sus vecinos lo recordaran como un hombre que cumplió sus sueños pero no pudo disfrutarlos por completo.

A través de su pasión por las motos y su compromiso con la medicina y el deporte, inspiró a muchos a perseguir sus propias pasiones con igual dedicación y fervor.

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