Este ajuste se traduce en un ahorro de L15.77 por galón. Sin embargo, esta transición debe hacerse de manera cuidadosa para evitar contratiempos. Fernando Lobo, un experto en hidrocarburos, compartió con tunota.com el procedimiento adecuado para llevar a cabo esta modificación sin riesgos.

Consultar el manual del fabricante

Antes de realizar el cambio, es esencial consultar el manual de cada vehículo, el cual puede ser obtenido en línea en caso de no contar con una copia física. En este manual, se debe buscar el índice de octano recomendado para el automóvil en cuestión.

El índice de octano suele estar expresado en números acompañados de siglas como AKI (Índice Antidetonante) o RON (Número de Octano). Si el manual sugiere 87 AKI o 91 RON, es apropiado utilizar gasolina regular. En cambio, si el indicador es 93 AKI, 95 RON o superior, se aconseja emplear gasolina superior.

Realizar el cambio de manera gradual

El cambio de combustible debe llevarse a cabo de manera gradual. Se recomienda iniciar con una mezcla compuesta por un 50 % de gasolina superior y un 50 % de gasolina regular. Luego, se puede ir incrementando la proporción de gasolina regular gradualmente hasta que se utilice completamente.

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Preferencia por una estación de combustible

El experto sugiere que se opte por cargar combustible en una única estación de servicio (gasolinera). Este enfoque permite mantener un control más preciso y estar atento a cualquier problema que pueda surgir debido al cambio de combustible.

Esta práctica brinda seguridad, ya que en caso de experimentar algún problema, es posible determinar si está relacionado con el tipo de gasolina y no con otra causa.

Por otra parte, si planea emprender viajes de larga distancia en los cuales pueda alcanzar velocidades de 80 kilómetros por hora o incluso superiores, es altamente recomendable que emplee el tipo de gasolina que el manual de su vehículo recomienda.

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