“Quiero pedirle que mi papá vuelva. Quiero abrazarlo, ir a pasear, darle besos, dormir con él. Lo extraño. Por favor que lo pueden sacar de la cárcel”, escribió uno de los hijos de Fredy Nájera, al Juez Paul Gardephe, en el mes de septiembre del 2021.
Esa es una de las 47 cartas que escribieron familiares y amigos pidiendo clemencia al Juez, lo hicieron entre los años 2020 y 2021. Las enviaron antes que el Juez valore si le impone una cadena perpetua o una mínima de 40 años.
El hondureño se entregó a la justicia norteamericana en el mes de marzo del año 2018. Han pasado cuatro años, en los que ha enfrentado dos procesos judiciales, el primero se anuló, alegando conflicto de interés del abogado Víctor Rocha, que lo representó.
Después Joaquín Pérez tomó la defensa y es quien ha estado al frente de los alegatos para que la condena que se imponga sea la mínima. Argumenta que una cadena perpetua es una medida drástica para su representado.
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La familia espera tocar el corazón del Juez, alabó las bondades del hombre que califican de “trabajador, solidario y de buen corazón”, en varias de las notas. Fredy, aseguran, tuvo un papel importante no sólo en la vida de la familia, sino también en la de las comunidades.
“En su tiempo como diputado siempre veló por los pobres, ancianos y niños. Como madre, me siento triste por no poder ver a mi hijo. Fui a solicitar la visa y me la negaron. Señor Juez, apelo a su buen corazón que el tiempo que mi hijo esté allá, sea poquito”, escribió Ramona Montoya Franco, la madre de Nájera.
La madre de Fredy Nájera escribió esa carta el 8 de junio del 2020, es una de las dos cartas que dirigió al Juez Gardephe. Ramona Nájera falleció el 2 de marzo del 2021, a los 67 años, según el acta de defunción que se adjunta en el expediente de la Corte.
Murió sin saber cuál sería el destino de Nájera. Sus palabras quedan plasmadas en esa carta en la que pidió clemencia para su hijo.
Alegatos de la defensa
En base a toda la evidencia, Joaquín Pérez, defensor del exdiputado, el 28 de septiembre de 2021, expuso al Juez Gardephe que el Tribunal debe imponer una pena no mayor a 180 meses.
Dijo que no se puede pedir una cadena perpetua, cuando por ejemplo la sentencia que se dio al narcotraficante hondureño Wilter Neftali Blanco Ruiz, fue de 240 meses, pese a que admitió estar involucrado en varios homicidios.
Además que no se puede comparar la situación de Nájera con los casos de Héctor Emilio Fernández Rosa y Juan Antonio Hernández, quienes fueron arrestados, extraditados y no hicieron ningún esfuerzo por cooperar.
“El Gobierno exagera imputando erróneamente violencia y deshonestidad. El Señor Nájera podría haberse ahorrado estas acusaciones despectivas si hubiera seguido el ejemplo de los llamados Cachiros”, dijo Pérez.
Siempre ha resaltado el defensor que el hondureño desde el principio accedió a revelar sus actividades ilegales. Asegura que Nájera se convirtió en un enemigo declarado de la Fiscalía y por eso se magnifican las fechorías de Nájera. “Se le presenta como político violento, codicioso e intrigante”.
Para la defensa, confiar en Los Cachiros, es lo que tiene al olanchano en apuros. “La disputa es de larga data con Fredy Nájera. ¿Cómo un acusado que se entregó y admitió ser un narcotraficante importante cayó tan bajo?” dijo Pérez.
Habrá que esperar que en septiembre por fin se celebre la audiencia de sentencia para Fredy Renán Nájera, en 12 ocasiones se ha aplazado, pero el momento que se defina su destino, está cerca.