Por segundo año consecutivo, el capítulo hondureño de Transparencia Internacional compartió los resultados del monitoreo de conflictividad en el país.

El documento de la ASJ indica los resultados del registro y análisis de conflictos en un año marcado por la transición política, con efectos en las instituciones públicas, la entrega de servicios públicos y relaciones gobierno-sociedad.

En 2021, en el informe "Conflicto y violencia política en las elecciones de Honduras 2021: Causas, detonantes y oportunidades de mitigación" analizó el contexto de volatilidad por la polarización y violencia política.

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Este esfuerzo contribuyó a promover una campaña de prevención de violencia con actores de sociedad civil, sector privado, academia y cooperación internacional, de acuerdo con la ASJ.

Alerta elevada

En 2021, Honduras se situó en uno de los momentos de mayor fragilidad en la última década, como uno de los 60 países más frágiles del mundo, por lo que es considerado como un país de "alerta elevada" según el Índice de Estado Frágil, subraya el informe.

En 2022, el informe de ASJ remarca los conflictos estructurales del país como la inseguridad ciudadana, la problemática de las tierras y el frágil Estado de Derecho.

Con 297 conflictos más que en 2021, el año pasado se reportaron 274 conflictos relacionados al Estado de Derecho (41 %), 144 económicos (22 %), 135 políticos (22 %), 92 de índole institucional (14 %) y 5 electorales (1 %).

Los conflictos políticos aumentaron en 1,182 %, mientras los conflictos por tierras, que históricamente han sido más visibles en la zona del Bajo Aguán, departamento de Colón, en 2022 se extendieron a cinco departamentos más, entre ellos: Choluteca, Cortés, Francisco Morazán, Islas de la Bahía y Lempira.

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