El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, monseñor Teodoro Gómez, durante la Santa Eucaristía dominical recordó que, en un mundo con tanto egoísmo y codicia, podemos dar el testimonio que amar es posible.

El religioso dijo a los presentes en la homilía celebrada en la Basílica Nuestra Señora de Suyapa, en Tegucigalpa, capital de Honduras, que Jesús es la referencia última para todo discípulo, y que el mandamiento nuevo consiste en amar como él nos ha amado.

"En medio de un mundo trastocado con tanto egoísmo y con tanta codicia, podemos dar el testimonio que amar es posible. Hoy necesitamos salir a las periferias existenciales, que hoy podamos aprender de Jesús esa bella tarea, de amar", expresó Gómez.

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Añadió que "como yo los he amado, la mejor traducción como dice un especialista sería, con el mismo amor con que yo los he amado, ámense también unos a otros".  

Capacidad de amar

Gómez precisó que la vida plena consiste en hacernos semejantes a Jesús, desarrollando todas nuestras capacidades de amar. También, agregó que el ser humano en su más onda entraña es también inspiración a amar y necesita ser amado.

Seguidamente, se preguntó: ¿Cuál es mi capacidad de amar?, a lo que respondió que "esto es lo que salva a ser humano y ser sentirse amado incondicionalmente".

Finalmente, el obispo auxiliar de Tegucigalpa precisó que hasta que no descubramos este amor de Jesús y su mirada de misericordia sobre cada uno de nosotros, y sobre todo ser humano no sabremos quien es Dios, entonces cambia nuestra vida, nuestro corazón y nuestra mirada,

"Solo entonces estamos capacitados para vivir de una manera entrañable y liberadora; entonces podemos vivir con esperanza y con alegría", puntualizó el líder de la Iglesia Católica hondureña.

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