"¿Para qué elegir uno más? ¿Para validar lo malo que se ha hecho? Ese TSC ha hecho cosas innombrables", declaró Orellana.
Y agregó que si el Legislativo nombra un sustituto en el TSC, ello solo "representaría un voto en contra para validar todo lo malo que se ha hecho".
El funcionario, también exfiscal general de la república (1994-1999), aseguró que la mejor opción es que el Congreso Nacional elija a los tres magistrados que ejercerán entre 2023 y 2030.
"Yo diría que no se nombre, que se esperen (los diputados). Las investigaciones se siguen haciendo en el TSC, esas no se paran. Lo que no se puede hacer es tomar decisiones (a nivel de pleno)", añadió Edmundo Orellana.
Sin embargo, desde la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) lamentan que el Congreso Nacional no acelere el nombramiento del magistrado reemplazante.
"Hay ingobernabilidad, porque no se toman decisiones, es un problema administrativo. El problema más complicado son los pliegos de responsabilidad administrativa, civil y penal, porque pueden prescribir", declaró Kenneth Madrid, director legal de la ASJ.
El pleno de magistrados es la máxima autoridad del TSC y desde el pasado 16 de febrero, cuando Roy Pineda fue elegido magistrado de la Corte Suprema de Justicia, está incompleto.
El pasado viernes, los dos magistrados restantes, Juan José Pineda y Ricardo Rodríguez, urgieron al presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, agilizar el nombramiento del tercer magistrado.
Para elegir al relevo de Roy Pineda se requieren, como mínimo, 86 votos de diputados y diputadas del Congreso Nacional.
No obstante, desde el Legislativo generan la impresión de que están esperando a que las actuales autoridades terminen su período constitucional el próximo 6 de diciembre y que se elija oficialmente al pleno que ejercerá entre 2023 y 2030.
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