Resolver los sistemas de educación, salud y revertir el desempleo serán tres de los principales desafíos que tendrá que afrontar el nuevo gobierno de Honduras a partir del 2022.

Luego de casi dos años de la pandemia del covid-19, son estos sectores los que más se han visto golpeados, puesto que el sistema de salud se ha visto vulnerable, la educación se ha paralizado y la economía del país ha venido en picada generando altos índices de desempleo.

Desde inicio de marzo de 2020 cuando se detectaron los primeros casos de covid-19 en Honduras, las clases presenciales fueron suspendidas y el país entró en una etapa de confinamiento que duró hasta aproximadamente a junio de 2021.

Sin embargo, pese al levantamiento de las medidas, las clases presenciales se han mantenido suspendidas en gran parte porque el país ha tenido un lento proceso de vacunación y eso ha conllevado un atraso en el sistema educativo.

Hasta las fecha, Honduras aplicó 9 millones 320 mil 328 vacunas, de las que 4 millones 910 mil 458 corresponden a la primera dosis; 4 millones 075 mil 812 a pacientes con dos; y 334 mil 058 dosis de refuerzo.

De acuerdo a datos del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), Honduras acumula 379 mil 276 contagios confirmados y 10 mil 432 fallecidos desde marzo de 2020.

Deserción escolar

De acuerdo a Mario Alas, experto en educación, cerca de dos millones de niños y jóvenes están fuera de las aulas en Honduras, donde la pobreza y los problemas de acceso a la tecnología han causado un atraso en su aprendizaje.

Según el experto, antes de la pandemia habían cerca de 900 mil menores de edad fuera del sistema educativo, a eso se le sumó unos 500 mil que desertaron durante la pandemia y otros 500 mil que se conectaban de vez en cuando enmedio de las clases presenciales.

Sin embargo, Alas señaló que las cifras reales se conocerán hasta que la secretaría de Educación comience el proceso de matrícula para el año escolar 2022.

De no regresar a las clases presenciales, solventar el problema de la conectividad será uno de los grandes desafíos del nuevo gobierno de Xiomara Castro, pues muchos de los estudiantes no tienen acceso a internet o una computadora.

Cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) indican que solo el 16.5 por ciento de los hogares hondureños tiene una computadora y el 39.5 por ciento posee acceso a internet en su casa.

El 37.8 por ciento de los estudiantes ha estado en comunicación con sus profesores a través de la tecnología, por lo que el 62.8 por ciento ha estado excluido.

40 por ciento de los niños y jóvenes en Honduras abandonaron su año escolar en 2020.

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Salud

La pandemia del covid-19 dejó vulnerable al sistema de salud hondureño que se vio superado en las atenciones a los pacientes ante la falta de equipo y material humano para dar abasto ante el desborde de los casos de la enfermedad.

Según el Centro de Estudio para la Democracia (Cepad), Honduras es uno de los países que en Centroamérica invierte muy poco dinero en los servicios de salud, apenas superado por Guatemala.

Más de 1.5 millones de personas en Honduras no tienen acceso a los servicios de salud, el 60 por ciento de los hondureños acuden al sistema de salud pública; el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) asegura al 12 por ciento y el sector privado atiende al 10 por ciento.

En Honduras, 9 de cada 10 personas no están cubiertas por ningún tipo de seguro de salud y se estima que el 18 por ciento de la población (más de 1.5 millones de hondureño) no tiene acceso a los servicios de salud.

A nivel hospitalario existe una cobertura de 0.4 hospitales por 100 mil habitantes, lo que ubica a Honduras en el penúltimo lugar en Centroamérica, solo superado por Guatemala.

Para antes de la pandemia, Salud contaba con aproximadamente 12 mil médicos. Se estima que hay 10.1 médicos por cada 10 mil habitantes.

En relación con los datos por departamentos, Francisco Morazán contaba con 23.8 médicos por cada 10 mil habitantes, mientras los departamentos de Lempira y Santa Bárbara contaban con uno o dos médicos por cada 10 mil ciudadanos.

Ninguno de los 18 departamentos cumple con el indicador mínimo establecido por la meta regional de recursos humanos, que es de 25 médicos por cada 10 mil habitantes.

El sistema de Salud en Honduras se ha visto sobrepasado a raíz de la pandemia del covid-19.

Desempleo

De acuerdo a datos de la Federación Independiente de Trabajadores de Honduras (FITH), un millón y medio de hondureños son desempleados y más de 2 millones están en el sector informal de la economía, en gran parte por el impacto de la pandemia del covid-19 en el país.

Tras el confinamiento, un 64 por ciento de los trabajadores ya se encuentra bajo la modalidad de trabajo presencial, mientras que un 11.8 por ciento aún sigue en teletrabajo.

En el 23 por ciento de los hogares, al menos una persona ha experimentado una pérdida de empleo durante el 2021. El 63 por ciento de los desempleados, a septiembre llevaba más seis meses sin encontrar trabajo, según el INE.

Asimismo, la Encuesta de Hogares del INE indica que el 91 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) en Honduras tiene problemas de empleo, tales como subempleo, desempleo o están desalentados.

Solo 1.7 millones de hondureños cuenta con un salario fijo, pero 1.9 millones no son asalariados porque están subempleados.

Siendo así que, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Honduras es el segundo país en América Latina donde más aumentó la pobreza extrema durante la pandemia del covid-19 en 2020.

Honduras pasó de un 20 por ciento a un 26.1 por ciento de pobreza extrema en comparación con el 2019 y 2020.

Estas cifras se han visto agravadas por la pandemia en el país centroamericano, de poco más de 9 millones de habitantes, donde la alta tasa de pobreza al cierre de 2021 podría superar el 70 por ciento.

Más de 2 millones de hondureños están en el sector informal de la economía.

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