En punto de las 6:00 de la mañana, el titular de la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE), comisionado Miguel Pérez Suazo, mediante una comparecencia dio inicio al protocolo de extradición del exdirector de la Policía Nacional, Juan Carlos "El Tigre" Bonilla, bajo la operación Liberación.

Cercano a las 6:50 a.m. con un fuerte contingente policial integrado por una caravana de vehículos oficiales y helicópteros, el exjerarca salió del Primer Batallón de Infantería, donde estuvo recluido desde que un juez le dictó prisión preventiva.

Su recorrido hasta la sede de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH) se hizo bajo el resguardo de una centena de efectivos armados vía terrestre y aérea para garantizar la vida del imputado.

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Aproximadamente 10 minutos después de recorrer las calles de la capital hondureña, la caravana que transportó a Bonilla Valladares llegó a la FAH.

Posteriormente, esposado y acompañado de agentes de la DNFE se movilizó a pie a una oficina de la base aérea Hernán Acosta Mejía a la espera de que arribara a Honduras el avión encargado de llevarlo a Estados Unidos.

Alrededor de las 8:29 de la mañana aterrizó en el Aeropuerto Toncontín la aeronave con los agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA, por su siglas en inglés) encargada de trasladar al exjerarca a Norteamérica.

Minutos antes de las 9:30 de la mañana, luego de que el imputado abordó el avión, este emprendió su vuelo junto a los agentes de la DEA desde la pista del Aeropuerto Toncontín de Teguciglapa, hacía Estados Unidos.

La Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York está acusando a "El Tigre" Bonilla por tres cargos: violar la ley y supervisar el envío de múltiples toneladas de cocaína a EE. UU., uso de ametralladoras y otras armas y participar en violencia extrema, incluyendo el asesinato de un traficante rival.

Bonilla Valladares se convirtió en el primer exdirector de la Policía Nacional extraditado y el hondureño número 31 en ser entregado a los Estados Unidos.

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