El empresario hondureño, Juan Carlos Segovia, relató su experiencia personal de cuando sufrió por un extorsionador en su negocio y cómo fue el proceso para capturarlo y enjuiciarlo.

Cuando una víctima de este flagelo quiere interponer su denuncia a las autoridades comienza un procedimiento que, a opinión de Segovia, no todos se atreven a realizar.

Proceso

El mismo inicia con una llamada al Sistema Nacional de Emergencia 911 o a la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), de parte del propietario del negocio perjudicado.

"No puede ser (quien realice el proceso) una persona que colabora, ni siquiera un abogado", explicó el empresario.

Luego de esto, la FNA le entrega un teléfono al afectado para que llamé al extorsionador y pacte una reunión en un lugar neutral para encontrarse con él efectuar este pago ilícito.

Posteriormente el ciudadano lleva el dinero hasta el malhechor y se ejecuta el cobro "en ese momento, in fraganti, se captura al extorsionador".

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La denuncia

De acuerdo con Segovia, tras la aprehensión del delincuente, la víctima procede con la denuncia formal frente a un juzgado.

"(Al perjudicado) lo encapuchan hasta los pies y recomiendan que le quiten los zapatos, porque lo pueden reconocer por los zapatos, llega encapuchado ante un juez; es imaginable el nervio de una persona haciendo eso", detalló el hondureño.

Para el también vicepresidente de la Asociación Hondureña de Distribuidores de Productores de Petróleo, muy pocas personas se atreven a pasar por este proceso.

Por lo anterior, aseguró que los ciudadanos no van a denunciar si no se cambia dicho procedimiento para atacar este flagelo.

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