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Doña "Toya", como le llamaban en los círculos cercanos, fue una mujer comprometida con las causas nobles y desde su vínculo estrecho con la Iglesia, trabajó incansablemente en la obra de las damas de Suyapa.
Los que la conocieron de cerca, aseguran que siempre reflejó con su ejemplo los valores de una mujer de fe, que cultivó la solidaridad con los más necesitados.
"Era una gran persona, una gran líder y una mujer muy sincera, tuvimos la oportunidad de compartir con ella. Nos deja ese vacío y legado para el país", recordó a doña "Toya" el vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Suyapa, Cecilio Rivera.
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Por su parte, el sacerdote Juan Ángel López, dice que el fallecimiento de Faraj de Atala pesa, sin embargo, su enorme compromiso con las causas nobles se recordará para siempre.
"Vamos a extrañarla muchísimo, pero su legado queda a nivel del país, a nivel de la Iglesia con la Fundación Suyapa. Por lo tanto, aunque haya dolor y lágrimas en los corazones tiene que haber esperanza", indicó López.
Compromiso
La alegría y compromiso de doña Victoria es innegable, se dedicó a hacer crecer la obra de fe y ayudar a los fieles. Prefería el trabajo en silencio tras bastidores, aunque sus obras fueran inmensas.
Solo su amor por la "Patrona de Honduras" y particularmente la celebración de la Alborada a la Virgen de Suyapa, la motivaban a aparecer ante las cámaras de televisión.
"Ella era intensa, cuando se le metía algo en la cabeza y en el corazón no había manera de que lo soltara y eso es muy lindo. A nosotros los sacerdotes nos trataba así, como hijos", dijo López.
Casada con don Juan Atala (QDDG), procrearon cuatro hijos: Camilo Alejandro, Juan Carlos, Javier Eduardo y Luis Alberto, todos ellos siguieron la huella empresarial de sus progenitores con el Grupo Financiero Ficohsa, de gran relevancia en la región centroamericana.
El fallecimiento de la presidenta de las damas de Suyapa ha generado muestras de pesar en los círculos religiosos y sociales de Tegucigalpa y del país, donde doña Toya era muy querida y apreciada por su don de gente y su enorme compromiso con las familias hondureñas.
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