La masacre del jueves en Tegucigalpa fue producto de un ataque planificado con tiempo por personas entrenadas y dirigido a Said Lobo, hijo del expresidente Porfirio "Pepe" Lobo fallecido en el hecho junto a otros tres jóvenes, opina el criminólogo Gonzalo Sánchez.

"Fue planificado con mucha antelación y muy calculado en 1:45 minutos (...) estas personas (hechores) tienen un entrenamiento que se lo pudieron dar instructores extranjeros, expolicías o exmilitares", dijo en el foro Frente a Frente de Televicentro.

"¿Iba dirigida la acción contra el hijo del expresidente? No me queda la menor duda, era dirigida contra él", externó Sánchez.

Sobre la razón del hecho, el criminólogo estableció que debe relacionarse que la tarde del miércoles la Secretaría de Seguridad lanzó la Dirección Policial Anti Maras Pandillas y Crimen Organizado (Dipamco) para sustituir a la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP).

Horas después sucedió la masacre, donde según los vídeos los criminales usaron indumentaria de la FNAMP.

"¿Será un mensaje? ¿A quién? ¿A la clase política, al Gobierno de la República, a la Secretaría Seguridad? Para decir podemos hacer esto donde se nos plazca", acotó el abogado.

Por otra parte, Sánchez indicó que las armas de fuego utilizadas por los perpetradores no son de uso oficial; además consideró que es imposible que el conductor haya disparado al sicario herido de bala durante el suceso, tal como se ha manejado, ya que el estaba sometido, "tuvo que ser alguien más".

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Acción extrajudicial

El expresidente Comité para la Defensa de Derechos Humanos (Codeh), Andrés Pavón, señaló que el homicidio múltiple fue extrajudicial, es decir con injerencia en la acción o entorpecimiento de la investigación del Estado o sus funcionarios de seguridad.

"Hay indicadores, por ejemplo la capacidad operativa y de fuego de los participantes; el tipo de armas que utilizaron, el factor tiempo y el factor sorpresa", tipificó.

Detalló que el Gobierno debe demostrar lo contrario encontrando la responsabilidad material de estos crímenes, de no hacerlo, prevalecerá la sospecha que hay participación activa y directa dentro del Estado.

Masacre

Alrededor de las 2:00 de la mañana del jueves 14 de julio se suscitó una masacre que dejó cuatro personas fallecidas cuando salían de una discoteca en el edificio de un centro comercial, en el bulevar Morazán de la capital.

Los ahora occisos fueron identificados como Said Lobo (hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa), Luis Zelaya (sobrino del exgeneral Romeo Vásquez), Norlan Rodríguez (conductor de Said) y Salomón Vásquez (sobrino del diputado Walter Chávez).

Las cifras manejadas por el Comité para la Defensa de los Derechos Humanos (Codeh) establecen que en lo que va de 2022 ya se registran 30 masacres que han dejado 111 personas muertas.

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