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Han pasado cinco años desde la muerte accidental de Hilda Rosario Hernández Alvarado, ocurrida el 16 de diciembre del año 2017 en la Reserva Biológica Yerba buena de Francisco Morazán, cuando se transportaba en un helicóptero rumbo a su casa en Comayagua.
Hernández fue ministra de Estrategia y Comunicaciones en el período del 2014 al 2017, murió a los 51 años, junto a sus guardaespaldas Nahúm Lagos y Marcos Banegas, la capitana Patricia Valladares, el teniente Iván Esaú Vásquez Portillo y el subteniente de aviación Gerson Díaz Nolasco.
Los pobladores de Gracias la describen como una mujer de carácter fuerte, fría, calculadora, temple, que la llevó a convertirse en el brazo derecho de su hermano, Juan Orlando Hernández (2014-2022), el expresidente hondureño extraditado y preso en Nueva York.
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Hilda Hernández, no hubo misa a cinco años de su muerte
Este año en Gracias, Lempira, la ciudad natal de los Hernández, los pobladores dicen que extrañaron la misa en memoria de la ingeniero como muchos le decían.
Los amigos esperaban acompañar a la madre de Hilda, doña Elvira Alvarado y a su hermana Aixa en la celebración litúrgica, pero extrañamente, la misa de aniversario luctuoso no se realizó.
“Con tantas cosas que le han pasado a la familia, creemos que por eso no le dieron la misa a Hilda”, expresó una de las vecinas de Gracias, Lempira.
En Gracias, hay un buen recuerdo de esta mujer que, durante el Gobierno de su hermano, fue la promotora de la Marca País.
“Era servicial”, dijeron muchos pobladores. Otros solo decían “Sirvió a mucha gente”, pero lo cierto es que nadie en la ciudad en la que nació Hilda Hernández, habla mal de quien acompañó a Juan Orlando Hernández, a lo largo de su carrera política.
Hay otros que al hablar de Hilda, dicen: “Era una mujer muy entregada en las cosas de Dios”.
Ese es el recuerdo que deja Hilda en Gracias, respetan su memoria, el legado que aseguran dejó en esa tierra, las ayudas que dio a cientos de pobladores y el apoyo que en todo momento dio a su madre doña Elvira, como a su hermano “Tony”, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos por narcotráfico, a quién consideró siempre como un hijo.
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Hilda Hernández Mujer con temple
Hilda superó varias pruebas relatan a tunota quienes la conocieron. Consideran que el momento más difícil que vivió lo enfrentó cuando su primer esposo enfermó y murió.
“Esa fue una prueba dura para ella, quedar viuda y con sus dos hijos”, relata una de las personas cercana a los Hernández.
Pasó mucho tiempo para que la exministra de Estrategia y Comunicaciones decidiera de nuevo contraer matrimonio. Lo hizo con Jean-François Peyrecave.
Siempre fue fuerte, con carácter, una mujer que como dicen en Gracias, “sabía levantarse de cada caída, enfrentarse a situaciones duras y no doblegarse”.
Y así la describen incluso los que la acompañaron en su gestión tanto en el Gobierno de Porfirio Lobo, como ministra de Desarrollo Social y en el primer período (2014-2018) de su hermano Juan Orlando.
Hilda Hernández era el cerebro del gobierno de JOH
“Fue notorio cuando Hilda murió, era el cerebro para su hermano y desde que ella faltó se notó que las cosas no fueron tan fáciles para Juan Orlando”, dice un exfuncionario de Hernández, que pidió el anonimato.
El accidente
El día del fatídico accidente Hilda Hernández iba hacia Comayagua, zona central de Honduras. Debía pagar los gastos de campaña de las elecciones generales del 2017 con miras a la reelección de su hermano como presidente para período del 2018 al 2022.
Las investigaciones no avanzaron, de hecho, poco se sabe de las causas que provocaron la caída del helicóptero.
Ese día estaba nublado, una leve llovizna caía en la zona centro y la aeronave Ecueriel AS 350 B-30, con matrícula FAH905, despegó, el piloto consideró que no había problemas para maniobrar y llegar hasta su destino.
Pero no fue así, el helicóptero de la Fuerza Aérea Hondureña se perdió del radar desde las 9:47 am. Al no tener respuesta, de inmediato se inició la búsqueda aérea y terrestre para tener señales de la aeronave y horas después, se confirmó el accidente.
Hasta ahora todo lo ocurrido ese 16 de diciembre de 2017 es un misterio, la escena del accidente fue férreamente acordonada.
La orden de Presidencia fue mantener alejados a periodistas, pobladores y curiosos que llegaron hasta la aldea Yerba Buena, en Lepaterique, departamento de Francisco Morazán.
Si el accidente fue por las condiciones climáticas o no, queda en el misterio, muchas historias surgieron, pero oficialmente, nadie confirma o descarta ninguna de las teorías que a cinco años se cuentan sobre la muerte de Hilda Hernández y sus acompañantes.
¿Atentado?
Esa es la versión que los familiares de la capitana Patricia Elizabeth Valladares, dieron a TN5 Estelar en su momento. Tras cuatro años de silencio la madre de la oficial habló.
“No se supo nada de estas muertes, quedaron como muchas que ocurren en el país”, dijo Dora Isabel.
Para esta madre ese accidente no fue por las condiciones climatológicas que imperaban en la montaña de Yerbabuena, Lepaterique, ya que existen muchas inconsistencias y también preguntas sin respuestas al respecto.
“Se han escuchado cosas, pero ya el periodo de Juan Orlando Hernández terminó, y es necesario saber qué fue lo que pasó, fue él quien dio la orden para que no se supiera nada sobre lo ocurrido”, lamentó la madre de la capitana Valladares.
El no ver el cuerpo de su hija y sólo recibir una confirmación verbal de que los restos que le entregaban eran los de su hija, la hace dudar si a quién lleva flores cada semana es la niña que un día ella dio a luz.
La identifican
Resultó difícil para los forenses las tareas de reconocimiento. Pero fue gracias al ADN que se reconoció a la hermana del expresidente Hernández.
Tanto su madre Elvira Alvarado, como uno de los hijos de Hilda, colaboraron con las muestras para identificar a la exministra.
Desde ese momento surgieron dudas, ¿muerta o viva?, siempre Julissa Villanueva, la entonces directora de Medicina Forense, aseguró que sí, que Hilda Hernández había muerto y que fue identificada.
El cerebro del desvío de fondos
La Unidad Fiscal Contra Redes de Corrupción (Uferco), investigó a Hilda Hernández, la denominaron “el cerebro para el desvío de fondos”, en varios casos de corrupción en Honduras.
Uno de ellos fue Corrupción Sobre Ruedas, que mostró cómo se tejió el drenaje de recursos desde el Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa).
La mejor excusa para sacar recursos fue el bono 10 mil, logrando el desvío de más de 11 millones de lempiras.
Ese dinero se usó para financiar la campaña política de Juan Orlando Hernández para las elecciones del año 2013, según la acusación.
Para ello utilizó varias empresas de fachada, colocó en puestos claves a sus allegados como una forma de garantizar el control de los recursos y la aprobación de falsos proyectos.
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Pero esas operaciones fraudulentas la ubican también en el caso "Pandora", relacionado al desvío de 288 millones de lempiras.
de corrupción que involucró los fondos de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, a través de operaciones con falsos proyectos que no se ejecutaron y que drenaron más de 288 millones de lempiras.
Era tanto el poder de Hilda, que, según la Uferco, “sin su autorización no se movía ni un tan solo peso”.
Este un unidad del Ministerio Público incautó un centenar de bienes que habrían sido adquiridos con fondos malversados por la red de corrupción de la extinta funcionaria.
A Hilda Hernández le incautaron más de un centenar de bienes por esas operaciones irregulares, no sólo fueron propiedades, cuentas de ahorro y de cheques, también vehículos, algunos blindados y buses de una empresa de transporte que montó.
Cinco años han pasado del inicio de una cadena de tragedias para los Hernández Alvarado. La muerte de Hilda no solo dejó luto, también generó el cisma en una familia donde dos hermanos guardan prisión en Nueva York por narcotráfico, Hilda murió y solo queda una madre llevando la pena de no tener a su lado a tres de sus cuatro hijos.
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