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El próximo (28.11.2021) Honduras acudirá a las urnas en las elecciones más decisivas de la historia para demostrar si es capaz de terminar con un ciclo que ha fertilizado el debilitamiento del sistema democrático o al contrario lo profundiza.
En ese sentido, el analista social Manuel Torres, es del criterio en el país no existen partidos políticos suficientemente creíbles y coherentes en el poder y también en la oposición.
“Esa es la gran paradoja que tenemos enfrente. Vamos a votar en contra de, pero sin tener la convicción de a favor de”, señaló Torres.
Cabe mencionar que, según el informe de Latinobarómetro 2021, un 85 por ciento de la población no está satisfecha con la democracia.
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Esto último, se ratifica de acuerdo a la analista política, Isolda Arita, por la situación económica, el desmoronamiento del Estado de derecho y el no funcionamiento de la institucionalidad.
Factores que desembocan en la perdida de confianza en los partidos políticos, porque la población se da cuenta que no le solucionan los problemas básicos de sobrevivencia.
En Honduras la credibilidad de los políticos es del nueve por ciento, según informe. “La situación en la que está el país explica mucho la situación. La gente ha perdido la fe en los políticos porque se dan cuenta que no solucionan sus problemas”, indicó Arita.
Debilitamiento de la democracia
Por su parte, Eduardo Núñez, experto en temas políticos, a partir de los años 80, tras décadas de dictadura la región centroamericana apostó por desarrollar la democracia.
Es la primera vez que se tienen 40 años continuos de ese sistema de gobierno, sin embargo, esta se ha ido debilitando. En un evento para periodista de Centroamérica, Núñez enumeró los principales factores de ese debilitamiento.
En primer lugar, colocó a la presencia del crimen organizado en los aparatos institucionales del Estado. En segundo lugar, la corrupción y la impunidad.
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Tercero, la creciente y difícil gobernabilidad; y finalmente, la entropía democrática que está asociada con la incapacidad del sistema democrático para transformarse.
“Las democracias requieren instituciones y Estados robustos. Además, estrategias de gestión, política y servicios públicos”, señaló Núñez.
Según los expertos, al margen de quien gane los comicios, el país a gobernar no estará lleno de rosas. La conflictividad social seguirá latente y la fragilidad democrática continuará su deterioro, si las reformas de la democracia no se hacen en democracia.
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