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Honduras no puede obviar lo ocurrido en Chile, que sí quiere una nueva Constitución, pero que el domingo dejó claro en el plebiscito constitucional que no está de acuerdo con la nueva redacción que les fue planteada.
Los consensos son necesarios y el domingo se evidenció que no fueron alcanzados. Las pretensiones del continuismo en el poder en América Latina también generan temores. Estas son tan solo algunas lecciones, coincidieron los analistas.
Para el abogado Raúl Pineda lo ocurrido en Chile significa el triunfo la madurez política y la sensatez de un pueblo. Refirió que en Chile “hicieron un instrumento jurídico de 388 artículos que tenía una serie de cambios de corte socialista que el pueblo rechazó”.
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Hay que verlo como fenómeno aleccionador para los que en Honduras venden la idea de que una nueva Constitución va a poner pan, dinero y salud en las familias hondureñas”, expresó.
Por ello es que el bienestar social “debe ser prioridad frente a lo que algunos sectores políticos quieren imponer”, dijo Pineda, dejando claro también que una nueva Constitución que no tenga consenso, no va a resolver ningún problema en Latinoamérica.
“En países como Honduras debe trabajarse en inversión y seguridad ciudadana. Eso de seguir en el poder no es la mejor ruta”, manifestó.
“Importante consultar a los pueblos"
Omar Menjívar, abogado y vicealcalde de San Pedro Sula, tuiteó sobre la importancia
de consultar a los pueblos cuando se toman decisiones grandes de país.
“Qué importante es, de verdad, consultar a los pueblos. Tendemos a dar por sentado que sabemos lo que quiere el soberano y con facilidad hablamos por él. Lo que está ocurriendo en Chile, hoy, con su plebiscito sobre una nueva Constitución, nos ilustra
sobre lo dicho”, expresó.
“Golpe político para Boric”
Por su parte, el economista Roberto Lagos destacó en Twitter que el proceso continúa para el pueblo chileno en busca de una Carta Magna que represente los intereses de todos y no de un solo partido político.
“Es un golpe político al Gobierno de Boric que deberá enfrentar una gran división en la búsqueda de un futuro constitucional para Chile”, manifestó.
“Continuismo no agrada”.
Finalmente, para el analista Héctor Soto, radicado en Colombia, “Honduras no puede obviar el tema y hay muchas cosas que pensar”, especialmente sobre las coincidencias y divergencias, porque “cada partido político que llega al poder cree que tiene la razón y que debe refundar el país”.
La polarización atomiza y lleva a los extremos a la sociedad. Por eso hablar de continuismo genera temores, dijo Soto. Ejemplos de ello son Nicaragua y Venezuela,
donde la democracia constituyó continuismo y “eso a la sociedad no le agrada”.
