La socióloga hondureña, Julieta Castellanos, aseguró este martes que el partido Libertad y Refundación (Libre, en el poder) está enfocado en dejar hacer a su sector más radical para evitar conflictos a lo interno de esta institución política.

"Libre está enfocado en dejar hacer al sector más radical, porque entiende que si le ponen freno a ese sector, ese mismo les va crear problemas. Entonces tratan de tenerlos contentos, satisfechos y por eso no paran a esos colectivos", comentó Julieta Castellanos en el foro Frente a Frente de Televicentro

"Libre tiene un grupo muy radical que está acostumbrado a lograr todo a la fuerza", acotó la también exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), quien se define como una "izquierdista otoñal", que se caracteriza por tener pensamiento crítico.

Los colectivos de Libre son militantes de ese partido que exigen con protestas que se brinde empleo a los activistas, al tiempo que demandan el cumplimiento de propuestas de Gobierno de la presidenta Xiomara Castro, como la instalación de la asamblea nacional constituyente para redactar una nueva constitución.

Castellanos puso en contexto que los colectivos de Libre se han tomado últimamente la Secretaría de Salud alegando plazas de trabajo y la destitución del ministro Manuel Matheu.

Agregó que "si Libre sigue con ese sector más radical, que es el primer anillo de poder, los sectores más moderados como la izquierda académica y la izquierda moderada, están afuera de las decisiones" que se tomen como partido.

Asimismo, apuntó que la dirigencia de Libre no asume ninguna postura con esos colectivos, porque si los frenan les va a causar más problemas.

Además, consideró el expresidente y coordinador de ese instituto, Manuel Zelaya (2006-2009) "cede a los grupos de presión más radicales".

"Zelaya tiene un sentido rebelde y radical y prefiere quedarse con el sector radical que con el moderado", apuntó.

Castellanos remarcó que Libre no tiene la fuerza para impulsar algunos cambios de leyes que son parte de su proyecto socialista, pues solo cuenta con 50 diputados, 15 menos para la mayoría calificada que se necesita para esos fines.

"Libre nunca ha entendido que solo tiene un porcentaje del poder, no tienen todo el poder, ellos siguen creyendo que pueden avanzar con su agenda política y no tienen todos los votos para hacerlo y desconocen a los demás", agregó Castellanos.

¿Colectivos siguen la línea de Mel Zelaya?

Por su lado, el sociólogo Allan Fajardo indicó que "Mel Zelaya tiene un pensamiento estratégico y él comprende que aún con los costos personales, familiares y políticos que tuvo el golpe de Estado, Libre no tendría la envergadura que tienen ahora".

A Zelaya se le destituyó el 28 de junio de 2009 luego de impulsar una consulta popular denominada "Cuarta Urna" para instalar una constituyente con la que se pretendía redactar una nueva Constitución de la República.

"En una visión estratégica, el Golpe de Estado le ayudó al bloque progresista hondureño, si a 'Mel' lo hubieran dejado terminar ( el mandato de cuatro años) hubiera sido nada más un gobierno progresista; pero 'Mel' tiene la suficiente capacidad estratégica, y no lo veo resentido por el golpe", dijo Fajardo.

Mientras que el analista Filadelfo Martínez indicó que Honduras vive momentos de incertidumbre por los conflictos internos que enfrenta Libre, donde Zelaya corre peligro por ese sector radical de Libre.

"Vivimos momentos de incertidumbre, incluso para' Mel' Zelaya y es que hay una fórmula peligrosa, porque hay una fuerte dosis de resentimiento porque Zelaya no termina de superar lo del golpe de Estado, porque demuestra su resentimiento contra la élite que dio el golpe y esa es la gran debilidad de Libre", cerró.

Tras el derrocamiento de Zelaya, que pertenecía al Partido Liberal, el exgobernante se alió con grupos de izquierda para formar Libre, un instituto que, junto a una alianza con el Partido Salvador de Honduras y el Pinu, llevó al poder a Xiomara Castro-esposa de Zelaya- tras ganar las elecciones de 2021.

Castró asumió el mando del país para un periodo de cuatro años que ponen fin a 12 años en el poder del Partido Nacional.

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