Un escándalo sin precedentes rodea a la cárcel de La Picota, en Bogotá, Colombia, donde una fiesta de siete días se salió de control dejando al descubierto la vulnerabilidad de la seguridad en el pabellón de extraditables de este centro penal.
Aquí guardaba prisión el hondureño Juan Ramón Matta Waldurraga, quien este viernes fue extraditado desde Colombia a Honduras por lavado de activos.
Waldurraga es hijo del excapo Ramón Matta Ballesteros, uno de los primeros narcos en conectar a los cárteles colombianos con los narcos mexicanos.