El hondureño Ramón Matta Waldurraga, hijo del narcotraficante hondureño Ramón Matta Ballesteros, aseguró que "dará la cara" ante la justicia de Honduras "como lo hizo ante Estados Unidos", luego que la justicia de Colombia, donde se encuentra recluido, ordenó su extradición al país centroamericano para enfrentar cargos por lavado de dinero.

Un medio de comunicación colombiano compartió un audio grabado en la cárcel de La Picota, Bogotá, donde está detenido por el proceso de extradición, en el que Matta reafirma su disposición de colaborar con las autoridades.

"Así como fui a dar la cara ante la justicia de los Estados Unidos, la daré una y 10 veces en mi país", expresó Matta Waldurraga.

Matta Waldurraga aseguró que no se había entregado porque no existían garantías para su vida.

De acuerdo con las declaraciones del hondureño, "no había garantías jurídicas" para su vida en gobierno pasados y por eso no había decidido a entregarse, aunque no precisó a que administración gubernamental se refería.

"Todos sabemos que en el gobierno anterior ni había garantías jurídicas, ni había garantías hacía mi vida, es por eso que he estado peleando, pero estoy muy tranquilo", añadió.

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Este jueves 25 de agosto, la Corte Suprema de Justicia de Colombia otorgó la extradición de Matta Waldurraga, a quien las autoridades hondureñas lo acusan del delito de lavado de activos y por eso lo solicitaron.

Matta Ballesteros fue el primer narcotraficante extraditado hacia los Estados Unidos.

En 2017, se entregó voluntariamente a las autoridades de Estados Unidos y se declaró culpable de conspiración, fabricación y distribución de sustancias controladas. Estuvo 27 meses preso y después de ese tiempo recobró su libertad.

Más tarde, en 2019, las autoridades de Colombia lo capturaron en una aeropuerto debido a que tenía una orden de captura en Honduras.

Sobre Ramón Matta Waldurraga

Ramón Matta Waldurraga es hijo de Ramón Matta Ballesteros, quien cumple una cadena perpetua en Estados Unidos por tráfico de drogas.

Matta Basllesteros, señalado de ser un capo a gran escala y socio de carteles colombianos, fue capturado el 5 de abril de 1988 en Tegucigalpa, Francisco Morazán, por alguaciles de Estados Unidos y luego lo enviaron a República Dominicana, desde donde trasladado al país norteamericano.

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