La elección de los nuevos 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Honduras para el periodo 2023-2030 es un "proceso histórico" para que el país tenga un Poder Judicial "independiente", dijo este miércoles la Misión Internacional de Observación (MIO), que pidió no polarizar el procedimiento.
"Es un proceso histórico, hay tres misiones internacionales que están haciendo veeduría a este proceso, lo que significa que hay un interés de la comunidad internacional por este momento", dijo el peruano Juan Jiménez Mayor, exvocero de la otrora Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih) y miembro de la MIO.
El Congreso Nacional de Honduras elegirá el 25 de enero de 2023 de una nómina de 45 candidatos, propuesta por la Junta Nominadora, a los nuevos magistrados que integrarán el Supremo hondureño por siete años, para lo que requiere el voto de al menos 86 (mayoría calificada) de sus 128 miembros.
Jiménez Mayor afirmó que en los últimos años Honduras ha venido "sufriendo un proceso de corrupción e impunidad por parte de sectores políticos y económicos".
"Desafortunadamente no ha habido una respuesta eficaz del ámbito judicial en el combate de la corrupción y la impunidad", subrayó el exvocero de la Maccih, quien aseguró que Honduras necesita una CSJ "independiente" regida por la Constitución y la ley, y que "no responda a apetitos políticos".
En Honduras los órganos de control, como el Ministerio Público, el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) y el Poder Judicial, "siempre han respondido a intereses partidarios", enfatizó Jiménez Mayor.