Los obispos de Honduras expresaron este sábado su "dolor" por el fallecimiento, a los 95 años de edad, del papa Benedicto XVI, a quien despedirán el 5 de enero con una misa solemne.

El portavoz de la Conferencia Episcopal de Honduras, Juan Ángel López, dijo que los obispos "hemos recibido la noticia de la partida del papa emérito Benedicto XVI a la casa del Padre, en la esperanza que nace de la fe en Jesucristo, buen pastor, y expresamos nuestro dolor como hermanos en el episcopado y por el afecto fraterno que nos ha unido".

"Exhortamos al pueblo de Dios a unir sus plegarias a la oración de toda la iglesia, en sufragio de su alma. Nuestro querido papa Benedicto ha nacido a la plenitud de vida en Cristo, iniciada el día de su bautismo", agregó.

"Un teólogo extraordinario"

López señaló que Benedicto XVI, como teólogo extraordinario y pastor experimentado, les dio "esperanza y dirección, aún en los momentos más difíciles, como signo de su gran amor a Cristo y a su iglesia".

Su persona, su ministerio y sus enseñanzas fueron un verdadero don para la iglesia y para el mundo, enfatizó el religioso.

Además, exhortó a los sacerdotes de todo el país a que oficien las misas en estos días por el eterno descanso del papa Benedicto. 

Los restos del papa Benedicto permanecerán hasta el lunes en el monasterio Mater Ecclesiae sin visitas oficiales ni oraciones públicas previstas y ese día serán expuestos hasta el miércoles en la basílica de San Pedro para su despedida por los fieles.

El jueves tendrá lugar el funeral presidido por Francisco en la plaza de San Pedro y solo asistirán delegaciones oficiales de Italia y de su país natal, Alemania, mientras que otras autoridades podrán acudir a título personal.

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