La sentencia de casi 28 años de cárcel para Reyna Yamileth Osorio por múltiples agresiones sexuales en perjuicio de cinco niñas es, quizás, una de las más altas impuesta a una mujer por ese tipo de delitos, pero es de las más bajas en comparación con la de otros siete violadores seriales considerados los más despiadados en Honduras.

Entre los perversos hay varios que acumulan más de un siglo de cárcel, otros casi 200 años y uno casi 300 años de reclusión por múltiples abusos a menores de edad, muchos de ellos en centros de refugios para menores y círculos religiosos.

Osorio era parte de la Institución Residencial de Cuidados Alternativos "Hogar Yo Quiero Ser", ubicado en la colonia Sandoval Sorto, en San Pedro Sula, Cortés, al norte de Honduras.

Su fallo judicial confirmó los múltiples señalamientos de que en algunos centros de menores -también denominadas casas hogares de niños en riesgo social- en lugar de protegerlos, algunos empleados los violentan sexualmente.

Los menores en general -en su mayoría niñas- son las principales víctimas de los depredadores sexuales, y que en un mayor porcentaje son hombres, según registros de la Fiscalía Especial de Protección a la Niñez del Ministerio Público.

E incluso, algunos parientes o personas en quienes los infantes depositaron su confianza o estaban bajo su cuidado, son parte de los agresores sexuales.

A continuación, estos son los siete violadores seriales más despiadados de Honduras.

Justo Pastor Aguilera Osorto

Era un licenciado en filosofía sentenciado a 282 años y seis meses de prisión por 14 violaciones especiales a 11 niños en edades de entre 5 y 14 años.

El 1 de octubre de 2007, él llegó como voluntario a la casa hogar "Mis Nuevos Sueños", en el sector de la Satélite, en San Pedro Sula, y tras varias denuncias fue capturado en ese centro en 2016.

Él, por un acuerdo de estricta conformidad, aceptó su culpabilidad, así evitó un juicio y accedió a las penas mínimas; de lo contrario la sentencia habría sumado hasta 400 años de prisión.

Justo Pastor Aguilera Osorto fue condenado el 13 de junio 2019.

Roger Abraham Flores Díaz

Era un pastor de la iglesia Mormona, en San Pedro Sula, que fue condenado en septiembre 2019 a 221 años por 13 delitos de violación especial de una menor de 12 años de cuya familia era amigo y consejero con quienes asistía a un templo de la iglesia Testigos de Jehová.

Los hechos comprobados y por los cuales fue sentenciado ocurrieron desde julio a diciembre 2016. El sacaba a la niña de su casa y abusaba de ella en moteles, de acuerdo a las investigaciones del Ministerio Público.

Fotografía de archivo de Roger Abraham Flores Díaz, conocido como "Anciano".

Denis Alberto Núñez Mendoza

Conocido como "el violador en serie de Cofradía" (en Cortés), sumó una sentencia de 220 años de reclusión resultado de 12 fallos de culpabilidad tras demostrarse el primer juicio en su contra el 18 de febrero de 2002.

Fue capturado por escándalo público el 5 de abril de 2011 en la Villa de Cofradía, y su detención causó revuelo al ser identificado por sus víctimas, la mayoría adultas mayores de hasta 70 años de edad.

En el revuelo los vecinos incendiaron la posta policial en exigencia de un castigo.

Se comprobó que en un carro tipo pick-up interceptaba a sus víctimas mayores de 60 años y les ofrecía llevarlas; si se negaban, las amenazaba con un cuchillo para que se subieran al carro o de lo contrario las mataría; posteriormente violaba y robaba las pertenencias de sus víctimas.

Denis Alberto Núñez Mendoza.

Brayan Yuriel Escobar Cruz

Fue señalado por la Fiscalía Especial de Protección de la Niñez como un violador serial y "depredador sexual".

Su sentencia acumuló 165 años de cárcel por al menos 15 fallos condenatorios por violación y robo; en cuatro admitió su culpabilidad y en dos fue absuelto por falta de pruebas.

Fue capturado el 27 de agosto de 2017 y su primera sentencia fue en diciembre de 2019; actualmente tiene un juicio más programado para el martes 21 de febrero 2023 por violación especial de una menor de 13 años de edad.

Según las investigaciones, Escobar Cruz interceptada mujeres jóvenes en los barrios Las Acacias y Santa Anita, en San Pedro Sula.

Bajo amenazas las subía a buses de la ruta 7 en la parada de Maheco y las violaba en casas abandonadas en las colonias Aurora y Montefresco, y en el barrio Suncery.

Brayan Yuriel Escobar Cruz.

Jairo Joshua Alvarado Moradel

Era un instructor en la casa hogar Enmanuel, en la colonia Bogran, en San Pedro Sula.

El 5 de agosto de 2019 fue condenado por dos delitos de violación, ocho actos de lujuria y siete maltratos por transgresión a siete niños de 6 a 11 años.

Los hechos ocurrieron antes de 2017 con niños de 6 a 11 años de ese centro supuestamente protector de niños en riesgo social.

Fotografía de archivo de Jairo Joshua Alvarado Moradel.

Franklin Geovanny Cabrera

Era un pastor evangélico que fue sentenciado en marzo 2017 a 136 años de prisión por ocho delitos de violación en perjuicio de cuatro niños.

Las investigaciones revelaron que los menores fueron abusados entre 2004 y 2012 en una iglesia donde se congregaban y el agresor era el líder.

Fotografía de archivo de Franklin Geovanny Cabrera.

Marco Antonio Centeno

Fue condenado en noviembre 2019 a 120 años de reclusión por siete delitos de violación especial y dos por actos de lujuria.

Las investigaciones arrojaron que por seis años continuos abusó de una niña, desde que ella tenía ocho años hasta los 13; los hechos ocurrieron en la aldea El Chaparro, de Choloma, en Cortés, norte de Honduras.

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