En el marco de la conmemoración del Día del Trabajador, este 1 de mayo, es inevitable recordar las notorias conquistas laborales en medio de conflictos sociales muy marcados, por las organizaciones sindicales.

La huelga bananera de 1954 marcó la historia de Honduras, con esta se logró el Código de Trabajo; pero, también es oportuno analizar las diferencias entre la lucha obrera y sindical que marcó la historia en relación a lo que visualiza ahora.

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Con el paso de los años, las exigencias de la población laboral y los cambios sociales exigen mayor presencia de líderes sindicales que velen por los derechos de cada trabajador, desde las organizaciones sindicales.

Sin embargo, en muchas ocasiones, el timón ha girado en torno a la politización de estos y se ha perdido una autonomía, indicaron los expertos a tunota.

Por lo que han surgido diferentes interrogantes, enfocadas en la disminución de la lucha obrera y la manipulación que pueda ejercerse sobre los líderes por parte de entidades políticas influyentes en el país.

organizaciones sindicales
Una foto histórica de la Huelga de 1954.

Crisis obrera

El sociólogo Eugenio Sosa comentó a tunota que hablar de la desprotección de la clase obrera parte de una crisis.

“La clase obrera se debilitó extremadamente como fuerza social y política. Su capacidad organizativa cayó profundamente”.

“Hace algunos años se estimaba que apenas el 8% de los trabajadores se encontraban sindicalizados y los demás no; al no haber sindicalización no hay capacidad de demandar, de plantear en las reuniones con el Estado y con la empresa privada, demandas respaldadas por una fuerza política y por una fuerza social”, añadió Sosa.

Aclarando que no se refiere a un respaldo de un partido político, sino a la capacidad propia de las organizaciones sindicales y de movilización sindical.

Con el tema de la inclusión de líderes sindicales en partidos políticos, Sosa mencionó que ‘no es algo nuevo’. “Siempre varios dirigentes sindicales han aspirado a ser diputados”.

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Señaló que el problema es cuando los líderes sindicales, que participan en partidos políticos, ‘se prestan para debilitar al sindicalismo y quieren subordinar a las organizaciones sindicales a los intereses estrictamente partidarios. Dejando a un lado la autonomía’.

Lucha política

“La lucha social y gremial es una lucha política. Toda lucha política es social y toda lucha social es política. Así como las clases dominantes tienen derecho a participar en la lucha político-electoral, las clases desposeídas de medios de producción también tenemos derecho a hacerlo", explicó a tunota el líder sindical, Carlos H. Reyes.

"(…) apoyar a los partidos políticos en los proyectos que convengan al pueblo y participar. Pero los sindicatos y los movimientos sociales en general deben ser independientes de los partidos políticos”, añadió Reyes.

Con respecto al estancamiento de los sindicatos, el historiador Juan Ramón Martínez dijo a tunota que la primera causa es la pérdida de calidad de los líderes.

Otra causa es el escaso crecimiento económico del país, el surgimiento de los regímenes de excepción como las maquilas y finalmente, la falta de renovación del discurso laboral, que se alejó de las necesidades nacionales, con lo cual sus luchas ya no contaron con el calor popular.

‘Los grandes líderes históricos ya murieron’, dijo. Es tiempo del relevo de una nueva generación.

Eugenio Sosa.

“Un grave problema es que la gente, la mayoría de los trabajadores, no se sienten identificados, apoyados y reconocidos por el liderazgo sindical”.

Eugenio Sosa. Sociólogo.
Carlos H. Reyes.

“Los sindicatos y movimientos sociales en general deben ser independientes de los partidos políticos, no ser correas de transmisión”.

Carlos H. Reyes. Líder sindical.
Juan Ramón Martínez

“Los sindicatos deben mantener su discurso e individualidad. Si se colocan al servicio de un partido, pierden personalidad y respeto de patronos y la sociedad”.

Juan Ramón Martínez. Historiador.

Motivos de estancamiento de lucha social-obrera

Lucha magisterial.
  1. No hay democratización y renovación sindical. No hay formación política, ideológica, programática de un nuevo sindicalismo. No se impulsa una nueva generación de sindicalistas.
  2. Faltan procesos organizativos. Los liderazgos actuales sindicales se han burocratizado, no hay entusiasmo y casi siempre les toca aceptar lo que ofrece el Estado y empresa privada.
  3. Por otra parte, la economía informal, tiene peso en la debilitación sindical, pues estos grupos no han encontrado una metodología clave para la organización del sector obrero.

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