La pastilla anticonceptiva de emergencia (PAE), es un método anticonceptivo que se utiliza para evitar un embarazo no deseado después de una relación sexual sin protección o ante el fallo de otro método anticonceptivo.

De modo que, la presidenta de Honduras Xiomara Castro junto al Ministro de Salud Pública Dr. José Manuel Matheu firmaron el Acuerdo Ejecutivo para el libre uso y comercialización de la PAE, el pasado 8 de marzo.

¿Cómo funciona la pastilla PAE?

La pastilla PAE actúa de dos formas distintas para evitar un embarazo no deseado: inhibe o retrasa la ovulación y modifica el moco cervical para dificultar el paso de los espermatozoides hacia el óvulo.

La pastilla PAE debe tomarse lo antes posible después de la relación sexual sin protección, preferentemente en las primeras 24 horas y hasta un máximo de 72 horas después. La eficacia de la pastilla disminuye cuanto más tiempo haya pasado desde la relación sexual sin protección.

Es importante recordar que la pastilla PAE no protege contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS), por lo que es recomendable utilizar siempre un método anticonceptivo de barrera, como el preservativo, para evitar la transmisión de ETS.

¿Quiénes pueden utilizar la pastilla PAE?

Puede ser utilizada por cualquier mujer en edad fértil. No hay ninguna contraindicación médica para el uso de la pastilla PAE, aunque su uso debe ser puntual y no debe convertirse en un método anticonceptivo habitual.

¿Cuáles son los efectos secundarios de la pastilla PAE?

La pastilla puede provocar efectos secundarios, como:

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Dolor abdominal
  • Mareo
  • Dolor de cabeza
  • Fatiga
  • Cambios en el ciclo menstrual

Estos efectos secundarios suelen ser leves y desaparecen en pocos días. En casos excepcionales, la pastilla PAE puede provocar complicaciones graves, como trombosis venosa profunda, embolia pulmonar, infarto de miocardio o accidente cerebrovascular.

Estas complicaciones son muy raras y suelen estar relacionadas con factores de riesgo preexistentes, como obesidad, tabaquismo o antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.