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Castellanos indicó que más del 90 por ciento de las confrontaciones que se observan a diario en Honduras son escenificadas por los mismos grupos de Libre, para presionar al Gobierno por empleo y otras necesidades que se les prometió antes de llegar al poder.
"Sería casi como un autocomplot y eso no parece posible dentro de los parámetros de relaciones normales cuando se tiene el poder", manifestó Castellanos.
La socióloga hondureña reflexionó que cuando se tiene el poder es para consolidarlo, para hacer cosas mejores, para crear satisfacción, pero, "sin lugar a dudas, ninguna de estas acciones está creando esa sensación de mejoría, de estar satisfechos y conformes con el Gobierno".
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Seguidamente reiteró que, a excepción de la manifestación en Choluteca, al sur de Honduras, en contra del proyecto de la Ley de Justicia Tributaria, el resto de las revueltas y la confrontación son protagonizadas por colectivos de Libre.
"Y sabemos que quien las organiza y dirige es el propio partido Libre, es el partido contra el Gobierno, y esto no parece lógico", pero "hay un concepto en Libre, y es que la gente gobierna directamente" y ¿Entonces para qué es el partido y para que son las instituciones?, reprochó.
Debilitamiento institucional
En ese sentido, la exrectora de la máxima casa de estudios de Honduras advirtió que todas las acciones que se están llevando a cabo en el país "nos llevan a una situación bastante compleja, en el sentido de pasar en una inestabilidad permanente en un debilitamiento de las instituciones y a un menoscabo del concepto de autoridad".
A renglón seguido, Julieta Castellanos refirió que pese a las protestas y tomas de edificios que han hecho los colectivos de Libre, -para exigir destituciones de empleados para que los contraten a ellos- los ministros u otros funcionarios no actúan ni presentan denuncias ante el Ministerio Público.
Esto, según Castellanos, porque las bases de Libre "tienen la complacencia" de la autoridad del partido, Manuel Zelaya, y del Gobierno de la presidenta Xiomara Castro.
Los funcionarios, a su vez, " están cuidando sus cargos", añadió Castellanos.
Además del debilitamiento institucional, también ha debilitamiento de organismos de sociedad civil, de derechos humanos y de gremios sindicales, estos últimos porque no han salido a defender a sindicatos, según Castellanos.
Seguido ejemplificó con el caso de los trabajadores del Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop) que el jueves se manifestaron por supuestas irregularidades, y se vieron confrontados por un grupo de Libre.
Recientemente, colectivos de Libre se tomaron al menos cinco centro de salud de Tegucigalpa para exigir contratos.
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