Lo último que había escrito Castellanos fue una carta pública en la que señaló la caída de la imagen de la presidenta Xiomara Castro, y los hechos que a su criterio han provocado un "desgaste" en su administración, desde que asumió el poder, en enero de 2022.

Tras eso, el diputado del partido oficialista, Libre, Jari Dixon, aseguró que Julieta Castellanos es "ha sido una enemiga número uno del partido Libre y del Gobierno", y que nunca se le escuchó hablar del Gobierno anterior -del Partido Nacional-.

Castellanos no especificó si su nuevo escrito es respuesta a lo manifestado por Dixon, pero aclaró que los ataques que recibe no son recientes y estos no le provocan un estado de ánimo adverso que altere su salud psíquica ni le alteran los riesgos a los que responsablemente se somete al expresar sus análisis públicamente.

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Seguidamente, la exrectora enumeró ocho puntos en los que explicó por qué no le sorprenden los ataques que recibe.

"Escribo desde 1995"

"No escribo para quedar bien con los corruptos, aspirantes a corruptos y criminales de cualquier especie", dijo Castellanos en el primer punto, aclarando a su vez que escribe desde 1995, desde el Gobierno del expresidente Carlos Roberto Reina.

También apuntó que "espero ataques de políticos, que la única posibilidad de empleo de ellos y sus cónyuges, de sus padres, hijos, cuñados, hermanos, sobrinos, primos, yernos, nueras, consuegros, es cuando gana el partido político al que pertenecen".

"Es absolutamente entendible recibir ataques de funcionarios que estuvieron 13 años sin trabajar, o que este es su primer trabajo. Algunos no han vendido sus capacidades profesionales, han vendido su conciencia", indicó Castellanos en el tercer numeral.

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En los siguientes puntos, Julieta Castellanos manifestó que tampoco escribe para dirigentes "ni dictadores gremiales ni para cachorros dictadores que están teniendo buenos maestros".

Ataques y fortaleza

A su vez, sostuvo que espera recibir "comentarios adversos de empresarios que al llegar al partido al que pertenecen o al que le aportan a la campaña política obtienen contratos de compra y contrataciones, algunos lícitos, otros de dudosa legalidad".

Tampoco, agregó la socióloga "espero comentarios favorables de personas que sus hijos y parientes han estudiado fuera del país con becas del gobierno, teniendo como mérito principal ser hijo de políticos (...)".

"No escucho a sicarios de la palabra y a los que se dedican al mercado de la palabra", agregó en el punto siete.

Y en el último punto, Julieta Castellanos explicó que cerró sus redes sociales desde que, en 2016, se dedicó a leer más de 400 mensajes -en su contra- de los que 290 eran algunos iguales o parecidos que provenían de tres números de teléfono: "Entendí que esas personas lo que necesitan es un psiquiatra".

Castellanos dijo que entre más ataques recibe de más fortaleza se nutre su existencia: "Atacan porque no tienen respuestas, y allí mi fortaleza".

Para cerrar la carta, Castellanos sostuvo que las encuestas sobre la caída de la imagen de la mandataria Xiomara Castro validan su escrito del lunes 8 de mayo "Libre... los hechos y los números de la conspiración".

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