El director de la Policía Nacional, Gustavo Sánchez, aseguró este miércoles que tres de los ocho miembros de la pandilla Barrio 18 que fueron capturados el martes en una zona entre las colonias Villa Franca y Villa Cristina, en Comayagüela, tuvieron relación directa con la muerte del periodista Edwin Andino y su padre el pasado 10 de octubre.
"De estas ocho personas capturadas, tres de ellos están técnica y científicamente comprobadas que son autores materiales de ese doble crimen", comentó Sánchez en entrevista a noticieros Hoy Mismo de Televicentro.
El agente policial aseguró que tienen pruebas técnicas que confirman que los tres pandilleros participaron en la muerte de Andino y su padre, Edwin Emilio, quien fue ejecutado en la colonia Policarpo García, en Comayagüela. Ambos fueron sacados de su casa en la Villa Franca.
"Tenemos huellas, reconocimientos balísticos de algunos proyectiles. Vamos a demostrar en los juzgados competentes la relación de estas personas con esa escena del crimen y la utilización de esas armas", agregó Gustavo Sánchez.
Sobre el crimen, Sánchez aseguró que "fue una acción completamente dirigida hacia ellos, no fue un incidente al azar o casual".
Por su parte, el teniente José Coello, portavoz de las Fuerzas Armadas de Honduras, indicó que durante el operativo se decomisó una gran cantidad de armas; fusiles de guerra; armas cortas y una granada de fragmentación.
Asimismo, dos computadoras, un bloqueador de señal de Internet, cámaras de vídeo, radiotransmisores e indumentaria policial.
Sobre la indumentaria policial, Gustavo Sánchez comentó que todos los uniformes de la Policía Nacional tiene un chip y una serie, por lo que se va a verificar si son uniformes reales y de ser así, se indagará a qué oficiales estaban asignados.
La estructura criminal fue desarticulada el martes en una zona entre las colonias Villa Franca y Villa Cristina luego de un tiroteo suscitado entre las colonias el Lolo y las Buenas Nuevas, en Comayagüela, que terminó con cuatro pandilleros y un policía heridos.
Luego, tras una persecución, los agentes capturaron a ocho miembros de la pandilla 18 y además realizaron el decomiso de un fuerte arsenal de armas de fuego, chalecos antibalas y municiones.
Sin mediar palabra, los sujetos sacaron a los ahora fallecidos en ropa interior y les taparon la boca con cinta.
Según la información de algunos vecinos, previo al homicidio, el joven periodista pidió auxilio; sin embargo, nadie se atrevió a salir de sus casas.
El padre y su hijo fueron asesinados en dos lugares distintos: el periodista fue acribillado cerca de su vivienda; mientras que su padre apareció sin vida en la colonia Policarpo García.
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