La precariedad en la infraestructura educativa muestra el abandono. Si para el año 2014, siete de cada 10 centros educativos ocupaban el auxilio del Gobierno para mejorar la infraestructura, hoy la cifra no ha cambiado. La precariedad sigue latente y dirigentes magisteriales aseguran que ha empeorado.

El Plan Maestro de Infraestructura Escolar que se impulsó en el Gobierno del expresidente Porfirio Lobo Sosa, en el 2012, quedó en papel, aseguran, porque no se
construyeron aulas, por lo que el sistema educativo lleva décadas en el abandono.

Ese plan tendría un sistema informático para reflejar las condiciones de infraestructura, equipamiento, mobiliario y desempeño de docentes, pero quedó en plan.

Es un abandono que se profundizó. En los últimos 12 años no se construyó ni una sola aula escolar. Este estudio del plan maestro de infraestructura escolar quedó en papel, solo fue un documento en el que se cuantificaban las desgracias del sistema educativo”, señala Joel Navarrete, presidente del Colegio de Profesores de Educación Media (Copemh).

La precariedad en la infraestructura educativa se ve en los 24 mil centros educativos en Honduras, la Secretaría de Educación anunció que entre el 2022 y el 2023, van a poner mano en 17 mil de ellos, porque están conscientes de que la situación es grave y que es urgente no reconstruir, sino habilitar los centros de enseñanza.

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Las lluvias llegaron y muchas escuelas cerrarán, porque sus aulas se convierten en coladeras y no es posible brindar las clases.

Priorizan

Son 782 centros que actualmente con fondos de Unicef, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Comando Sur y una contraparte de 38 millones, se reparan.

Estamos trabajando, no buscamos culpables de quién hizo o dejó de hacer, la prioridad es dar respuestas”, dijo Edwin Hernández, viceministro de Educación.

Hay procesos de licitación en curso para la reparación de 13 mil centros y se incluye un préstamo que el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS) tiene aprobado con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

En el proceso de formulación que han elaborado son en total 16,848 centros que para el 2023 estarán reparados, según las autoridades. Techos, agua potable, mobiliario escolar y sistemas hidrosanitarios, son prioridad, aseguran.

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Articular esfuerzos

El exministro de Educación y rector de una Universidad Privada en Honduras, Marlon Breve, considera que ante el deterioro de los centros educativos la clave es transferir recursos a los alcaldes.

Los alcaldes conocen la situación en cada uno de sus municipios. Sugiero que el FHIS se siente con cada uno de ellos a priorizar para transferir esos fondos”, dice el exfuncionario.

Si los alcaldes aseguran que con los fondos que el FHIS construye un aula, pueden construir dos, a ellos les deben transferir los recursos proponen. “Pueden conseguir mano de obra calificada barata o voluntaria y sin ningún color político. De los 298 municipios, más de la mitad están en la Categoría C y D” explica Breve.

Pero más allá de las condiciones deplorables e insalubres de las escuelas, las autoridades deben tener un plan con propuestas que integre a las comunidades y les
genere mano de obra local.

Clave

Además de la reparación de kinders, escuelas y colegios, Marlon Breve, recomienda a las autoridades que es prioritario que los docentes regresen a las escuelas, pero que para ello se debe constatar que cumplan con los esquemas de vacunación.

El regreso de docentes no se puede postergar, además doten de libros y cuadernos de trabajo, que se retome la merienda escolar y entreguen zapatos. Lo deben priorizar para el 2023”.

Actualmente, solo 31 de cada 100 jóvenes y adolescentes tienen la oportunidad de entrar a la escuela pública. El sistema público fracasó, hay un estancamiento que va más allá de la calidad en la enseñanza, sino del ambiente, las condiciones físicas en las que los alumnos reciben sus clases.