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Un compañero de trabajo de Norlan Rivera, una de la víctimas de la masacre registrada la madrugada de este jueves en Tegucigalpa, dio un desgarrador testimonio en el que lamentó el desafortunado desenlace de su también amigo.
“Cuando uno cuida a una persona es un trabajo, la verdad. Yo desde las 2:30 de la mañana miré la noticia y me puse en el lado de que tal hubiese sido yo, pero desgraciadamente les tocó a ellos”, dijo el hombre que pidió no ser identificado.
Y es que según el desgarrador relato del joven tenía una estrecha relación con Norlan Rivera ya que compartían en sus jornadas laborales tiempos de comida e incluso sestas.
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“He sentido un gran dolor como si hubiese sido un hermano mío porque a raíz de que uno trabaja con ellos y uno ya nos los ve como un compañero. Uno come se baña duerme y comparte la misma cama y uno se vuelve familiar”, relató entre lágrimas.
También, el consternado trabajador recordó que Norlan era un hombre muy luchador y dedicado a su familia y al trabajo. “Ver cosas así es difícil”, expresó el hondureño.
Según se conoció, el joven, quien tenía aproximadamente 10 años de trabajar con la familia Lobo Bonilla, dejó a tres niñas de 10, 3 y 1 año de edad.
El hecho
La madrugada del jueves se informó de una masacre en la salida de un centro comercial ubicado en el Bulevar Morazán de Tegucigalpa.
Según información oficial de las autoridades, las víctimas fatales del hecho fueron identificadas como Norlan Rivera (escolta) Said Omar Lobo Bonilla (hijo del expresidente Lobo Sosa, Luis Zelaya, sobrino del exmiembro de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez Velásquez, y José Salomón Vásquez (amigo de ambos).
Según el presidente del no gubernamental Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh), Hugo Maldonado, 111 personas han perdido la vida en 20 masacres en lo que va del año en Honduras.
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