El Tribunal de Sentencia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) declaró culpable el jueves a la ex primera dama de Honduras, Rosa Elena Bonilla de Lobo, esposa del expresidente Porfirio Lobo Sosa, por los delitos de fraude y apropiación indebida.

La lectura del fallo fue por el caso conocido como "Caja chica de la dama" por el que también está enjuiciado Saúl Escobar, secretario privado de Rosa Elena Bonilla, primera dama entre 2010 y 2014.

Saúl Escobar fue encontrado culpable por el delito de fraude indebido. Entre las pruebas del fallo de culpabilidad están mal uso de fondos públicos cheques emitidos a un grupo de zapateros que solamente los cobraban a cambio de una pequeña cantidad de dinero.

El Tribunal de Sentencia informó que la individualización de la pena se dará a conocer el próximo lunes 28 de marzo a las 8:00 de la mañana.

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Antecedentes

Rosa Elena Bonilla de Lobo fue hallada culpable por el desvío de 12 millones de lempiras por lo que ya había recibido un fallo condenatorio por el Tribunal Anticorrupción y una sentencia de 58 años de prisión.

Bonilla había sido sentenciada a una pena de 10 años por apropiación indebida de recursos del Estado y seis años por cada uno de los ocho delitos de fraude a los que también fue condenada.

Momento en que Rosa Elena Bonilla llegaba hasta el Tribunal de Sentencia. Foto: Redes.

Sin embargo, fue favorecida por la Sala de lo Penal que en julio de 2020 ordenó repetir el juicio luego de detectar "anormalidades de forma y de fondo".

Los zapatos escolares

La investigación realizada por el Ministerio Público (MP) en conjunto con Misión de Apoyo contra la Impunidad y la Corrupción de Honduras (Maccih) señaló que Rosa Elena se apropió de unos 500 mil dólares de donaciones internacionales.

Rosa Elena Bonilla durante una entrega de zapatos escolares. Foto: Grupo Opsa.

Dichos fondos públicos estaban destinados para programas sociales como el proyecto "Calzando a los niños de Honduras" que consistía en dotar de zapatos escolares a niños de bajos recursos.

La exprimera dama desvió los fondos a sus cuentas personales cinco días antes que su esposo terminara su mandato como presidente de Honduras; dinero utilizado para pagar servicios médicos, joyas y hasta tasas escolares de sus hijos.

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