Telenoticias de Canal 5 tuvo acceso en exclusiva este martes a versiones de familiares y víctimas directas de la tragedia ocurrida en la Academia Nacional de Policía (Anapo) el pasado 11 de septiembre en La Paz, La Paz, zona central de Honduras.

Los entrevistados optaron por el anonimato, para protegerse de posibles represalias. Uno de ellos, fue directo al indicar que la Policía Nacional puede llegar a cometer cualquier cosa.

De acuerdo con lo relatado por una de las víctimas, que se recupera en un centro asistencial en Tegucigalpa, capital hondureña, los casi 500 aspirantes a oficiales auxiliares fueron obligados a ejercicios no convencionales que no estaban incluidos en el inicio del curso.

Como por ejemplo, recorridos de hasta tres kilómetros con peso en sus espaldas, sin desayunar y almorzar algunos de los aspirantes. "Nos habían comentado de un ejercicio de hacer abdominales, pechadas y correr, pero esa sería una prueba física que se iba a realizar al final del curso", dijo uno de los sobrevivientes.

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Además, agregó que previo a los ejercicios les dieron solo un minuto para almorzar, solo probaron la comida y algunos de sus compañeros comenzaron a presentar síntomas de deshidratación y desmayos. Él cree que la alimentación pudo haber tenido veneno.

"En la comida probablemente pudo haber tenido -veneno-. Pero como le digo, quizás fue algo al azar, quizás fueron algunos platos; uno solo pone el plato y ellos sacan el pescado, que pescado seleccionaron, no lo sé. Tal vez tenían ciertas porciones de pescado que estaban contaminadas", señaló.

Reacción de parientes

Su familia relata que cuando ocurrió la tragedia, a ellos como parientes se les informó que el colapso fue producto de una intoxicación y aunque no les brindan muchos detalles, si les aclaran que no fue un exceso de ejercicio, como se suponía.

Ahora todos los hospitalizados tienen daños hepáticos, uno de ellos, con trombosis. "Les dejan medicamentos por seis meses, tienen que responder también ellos, yo no voy a comprar nada. Una, porque no podemos y otra que es muy caro, a nuestros hijos los mandamos sanos", dijo el familiar de una de las víctimas de la Anapo.

Médicos consultados por Telenoticias, que también pidieron el anonimato por conocer algunos de estos casos, afirmaron que la intoxicación también pudo ser química y ello genera problemas hepáticos a causa de la coagulación en la sangre.

Según relatos de parientes y testigos, el día de los hechos en el Hospital Militar en la capital se atendieron al menos 50 pacientes y muchos de estos llegaron inconscientes, convulsionando y otros alucinando.

"Algunos llegaron con alucinaciones, otros convulsionando y otros, la mayoría inconscientes. Tienen que decir la verdad para que se haga justicia con la vida de las personas que han muerto. No es justo que se hayan perdido familias y niños huérfanos", precisó un familiar de las víctimas.

Mientras la investigación sigue abierta, una de las hipótesis que se maneja es que los afectados fueron víctima de gases lacrimógenos, versión que la Policía Nacional ha negado.

Tres muertes en la Anapo

Durante una prueba física aplicada el 11 de septiembre a unos 500 aspirantes oficiales, tres de estos perdieron la vida en circunstancias extrañas.

En ese fatídico primer día del curso murieron Jairo Josué Martínez Cruz, aspirante asignado a la Dirección de Telemática de la Secretaría de Seguridad; y Ronald Javier Coello Coello, un profesional universitario.

Mientras, Kevin Mejía Sánchez, un médico que agonizó en un centro asistencial de Tegucigalpa, la capital, murió por insuficiencia renal y complicaciones en el hígado.

En total, 34 resultados desmayados y otros tres fallecieron entre los 500 aspirantes a oficiales de este curso que buscaban incorporar a profesionales universitarios en las filas de la Policía Nacional.

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