Un arreglo floral permanece este domingo en la salida del edificio en el bulebar Morazán, de la capital, donde se registró la masacre de cuatros jóvenes, uno de ellos el hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), informó el periodista Rómulo Matamoros en sus redes sociales.

Ese preciso lugar en el que hoy predomina la paz y tranquilidad, a las 2:00 de la madrugada del pasado jueves se volvió un verdadero infierno, pues sujetos con armas largas acribillaron a los cuatro jóvenes que venían saliendo de una discoteca que funciona en ese edificio.

En las imágenes que difundió el comunicador parece que no pasó nada, los orificios de bala que penetraron el muro ya fueron cubiertos y tampoco hay rastros de la sangre de los hoy occisos.

La escena donde se registró este crimen quedó impecable, tal cual como se encontraba antes de la masacre, lo único distinto a lo "normal" es un arreglo floral que honra la memoria de los jóvenes ultimados.

De acuerdo con Matamoros hace unos 13 mil años en la escena del crimen se colocaban rosas, pero no para honrar la memoria del difunto, sino para que el olor que despide el cuerpo sin vida no se expanda.  

El hecho

Fue a las dos de la madrugada del pasado jueves que sicarios acribillaron a cuatro jóvenes en la salida del estacionamiento del edificio, después de una noche de fiesta en la discoteca.

Sin embargo, sicarios fuertemente armados llegaron al lugar y acribillaron a las víctimas, entre Said Lobo (23), hijo del Pepe Lobo.

Las otros infortunados fueron indetificados como Norlan Enrique Rivera (chofer y seguridad de Said), Luis Armando (sobrino del exjefe de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez) y Salomón Vásquez (amigo de Said y Luis).

Hasta el momento ya hay seis personas capturadas por este hecho, además del decomiso de dos carros que habrían sido usados por los sicarios durante la masacre.

La Policía informó que la masacre fue cometida por miembros de la Mara Salvatrucha y que el objetivo del ataque era el vástago del exgobernante nacionalista.

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