Cuando por fin te convences de elaborar tu presupuesto, te tomas unos días para comenzar a hacerlo y al final te terminas desanimando. Sientes que no funcionará como en ocasiones anteriores y te niegas a detallar tus gastos.

¿Qué está fallando? Son varias causas, la mayoría se debe a la falta de experiencia a la hora de presupuestar tus ingresos y a la falta de análisis de las finanzas
personales
, lo que hace que las personas tiren la toalla a la primera.

Algunas razones que generan frustración a la hora de presupuestar: No conocer tus gastos genera presupuestos incorrectos. Cuando se le pregunta a las personas sobre cuánto gastan en combustible o en comida, contestan “más o menos tanto…”.

Esto es un claro indicativo que no saben en realidad cuánto están gastando y por esto al hacer los primeros ensayos se encontrarán con montos menores o mayores a la realidad.

Lea esta información en nuestra versión PDF:

Lea: Tips para cuidar tus créditos y que no te bloqueen nuevos préstamos | Tu Nota

Los gastos hormiga en tu presupuesto

Se te olvida presupuestar los gastos hormiga: Nos pasa a todos. Seguro te acuerdas de todos los gastos grandes (la renta, el pago de las deudas, el colegio de los niños, etc.), pero no de los pequeños, esos del día a día: el café de la tarde, los almuerzos de cumpleaños en la oficina, la repostería de la tarde, entre otros. Todos estos gastos suelen desestimarse de forma recurrente, porque se piensa que no son “tan altos”.

Se cree que no hacen mucha diferencia. Sin embargo, la suma de todos ellos puede acabar con tu presupuesto.

Llevar un control de gastos implica un hábito. La primera parte es hacer un presupuesto, pero la tarea apenas empieza ahí. También debes llevar un control de tus gastos, para saber si realmente estás gastando según lo planificado.

Este proceso es un hábito que no se adquiere de la noche a la mañana y si dejas pasar 2 o 3 días sin anotar cuánto has pagado, te desanimas y no vuelves a ver tu plan. ¡No te des por vencido! No importa si se te han ido un par de días, siempre puedes continuar anotando todos tus gastos.

No tienes un fondo de emergencia. Este es un ahorro que te permite afrontar los momentos inesperados: un despido, la muerte de un familiar, una enfermedad u otra emergencia. Cuando se presenta la situación, recurres a este fondo y así evitar que te salgas de tu presupuesto.

Cuando estás motivado crees que puedes hacer cambios radicales de un día para otro. Cuando haces tu presupuesto comienzas con una alta motivación, pensando en no volver a tener gastos innecesarios y recortando (en papel, al menos), tus rubros a
la mitad. A medida que el mes va pasando, tu fuerza de voluntad va cediendo y tus gastos se comportan muy parecidos a los meses anteriores. Por esto, si realmente quieres hacer cambios significativos en tu vida, hazlo con buena voluntad y recuerda dar un paso a la vez.

Lea: Mira cómo al consolidar tus deudas reduces los gastos mensuales | Tu Nota