Las deudas refinanciadas generalmente son una salida para las personas que se les presentan situaciones favorables, como tener el dinero para pagar la cuota y sentirse bien con el acuerdo de pago, pues no afecta el movimiento general del resto de dinero del mes.

Por otra parte, existe el gran problema de no tener el dinero para honrar el compromiso con la entidad bancaria.

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Esto no puede pasar desapercibido, porque si no se paga una cuota, todo comenzará a afectar y cuando menos se espere habrá mucho dinero acumulado en intereses.

Ante esto, hay posibilidades de reestructurar una deuda o tener deudas refinanciadas. La economista Dafne Raudales Wood, quien labora en el Servicio de Administración de Rentas (SAR), explicó a tunota la diferencia de ambas y cómo se pueden realizar.

“Es necesario comprender que reestructurar una deuda significa, en sí, cambiar las condiciones originales en las cuales se adquirió esa deuda. Es decir, la deuda pudo haber sido adquirida a pagar en 10 años y que cada cuota fuese de 3 mil lempiras, como ejemplo, pero si no se puede continuar con esas opciones de pago, entonces se puede optar a dos cosas”, detalló.

Crédito con variaciones

Según la normativa de la Comisión Nacional de Banca y Seguros (CNBS), el refinanciado es un crédito que sufre variaciones en sus condiciones principales (plazo, forma de pago, monto o tasa) debido a dificultades en la capacidad de pago del deudor.

De igual forma, se considera aquel crédito otorgado al mismo deudor o a un tercero para pagar otro crédito por problemas de capacidad de pago del deudor en la operación original, incluidas aquellas operaciones de crédito pactadas al vencimiento u otras formas especiales de pago, sin que se cuente con la evidencia de la cancelación de la operación de crédito anterior, a través de la entrada en efectivo o cualquier otro medio de pago.

Por otra parte, en la readecuación de una deuda, la experta señaló que se pueden aplicar cuando no se está con problemas para pagar el préstamo y solamente se quiere cambiar por algún motivo.

Esa es la gran diferencia, pues este es un crédito que sufre variaciones en las condiciones principales y en ningún caso se debe a dificultades de la capacidad de pago.

“Antes de elegir si refinanciar o readecuar una deuda, lo mejor es poder cumplir con las obligaciones de pago. Si es posible readecuar la deuda, pues hacerlo y cambiar una de las condiciones originales”, recomendó.

Asimismo, pidió siempre a los deudores mantener una deuda a la medida que se pueda manejar para evitar caer en una refinanciación de la deuda, porque esto se hace cuando hay problemas de financiación de pagos y todo problema de capacidad de pago termina en la Central de Riesgos de forma negativa.

DATO

También está la consolidación de deudas, que consiste en dejar de tener muchas deudas en distintos bancos y sacar un solo préstamo para cubrirlas en una sola institución financiera.

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