Durante años, la corporación municipal de San Pedro Sula, Cortés, ha sido señalada por no resolver los problemas estructurales que enfrenta la denominada capital industrial de Honduras, lo que evidencia el mal manejo de las administraciones.

A pesar de contar con varios años de retraso, San Pedro Sula sigue siendo el principal centro económico de Honduras, de acuerdo con economistas nacionales. No obstante, reconocen que la capital industrial urge nuevas inversiones y una reconstrucción para solventar sus problemas.

En tunota.com nos dimos a la tarea de investigar los desafíos de San Pedro Sula y cuál sería uno de los principales retos para la nueva administración de Rolando Contreras (2022-2026), virtual alcalde electo por el partido Libertad y Refundación (LIBRE), quien prestó su nombre para que su hermano, Roberto Contreras, participara en los comicios.

Inundaciones

A raíz de los huracanes Eta y Iota, que azotaron Honduras en noviembre de 2020, los problemas de los bordos de los ríos que rodean San Pedro Sula y las zonas aledañas, quedaron al descubierto.

Cada vez que llueve, la infraestructura de San Pedro Sula queda al desnudo, pues muchos de los drenajes de la ciudad están obsoletos en un sistema que data de los años 50 y que, con la evolución de la ciudad, ya es casi infuncional.

Hasta hace varios años, El Merendón absorbía las grandes cantidades de agua lluvia que pasaban por los drenajes, sin embargo, esto ya no ocurre por la deforestación que ha sufrido todo el valle de Sula.

Muchas de las calles de San Pedro Sula quedaron destruidas a raíz de los huracanes Eta y iota. (Foto: EFE)

Basura

En San Pedro Sula son escasos los contenedores de basura, y los desechos sólidos se ven por doquier. La ciudad industrial no cuenta con un efectivo sistema de recolección de basura.

La nueva alcaldía de San Pedro Sula debe erradicar los desechos sólidos de las calles de la ciudad.

En cada esquina de San Pedro Sula se pueden apreciar repertorios de basura. (Foto: Grupo OPSA)

Congestionamiento vial

La capital industrial cuenta con alrededor de 80 semáforos, pero muchos de ellos no funcionan, lo que provoca un congestionamiento vial casi incontrolable.

A pesar que la ciudad cuenta con el bulevar del Norte, una vía creada para descongestionar el tráfico, la saturación vial siempre es latente, sobre todo en horas pico de la mañana y la tarde.

Expertos aseguran que una de las soluciones es construir un anillo periférico que conecte a la ciudad con municipios aledaños como Choloma, La Lima y Potrerillos.

Vista panorámica de San Pedro Sula. (Foto: BBC)

Calles destruidas

Al lado de los problemas viales se une el pésimo estado de las carreteras. La ciudad cuenta con alrededor de 1,800 kilómetros de red vial, pero solamente unos 1,000 están pavimentados.

La mayoría de calles de la ciudad industrial ya dieron su vida útil y, producto del gran tráfico, deben ser reparadas cada año.

Durante la administración de Rodolfo Padilla Sunseri (2006-2009) fue cuando más se gastó en bacheo (unos 189 millones de lempiras), pero el problema persiste.

Las calles de San Pedro Sula se encuentran deterioradas. (Foto: Grupo OPSA)

Inseguridad

Hasta 2009, la tasa de homicidios en San Pedro era de 116 por cada 100 mil habitantes; ello la convirtió en la ciudad más peligrosa del mundo.

Según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes se redujo de 107 a 52.5 en 12 meses, entre 2016 y 2017.

La ciudad industrial se ha visto marcada en los últimos años por secuestros, masacres, asaltos en autobuses, cobro del impuesto de guerra por parte de maras y pandillas y narcotráfico.

Con una población de un poco más de 720 mil habitantes, cada agente policial debe velar por al menos 250 pobladores, una cifra muy alta para controlar la inseguridad en la ciudad.

Tasa de homicidios en San Pedro Sula entre 2012 y 2017. (Fuente: OV-UNAH)

Insalubridad en mercados

En San Pedro Sula hay cuatro mercados municipales (Medina, Dandy, Central y Guamilito), y dos privados (El Rápido y Las Brisas).

La mayoría tiene problemas de higiene y algunos, como El Dandy, han sido cerrados temporalmente por ese problema.

Pese a las exigencias, los desechos sólidos son mal manejados y ponen en peligro la salud de miles de ciudadanos que acuden a ellos en busca de alimentos, enseres y provisiones.

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