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Los proyectos de dragados y bordo en los ríos del Valle de Sula, norte de Honduras, son las medidas urgentes que exigen los alcaldes de los municipios que cada año son afectados por inundaciones en la temporada ciclónica que se aproxima.
“Es importante que draguen los quineles y reparen bordos. En la administración anterior hicieron trabajos en otros municipios; en Potrerillos no hicieron inversiones de prevención. Somos uno de los más vulnerables del departamento de Cortés”, detalló Carlos Rivera, alcalde de Potrerillos, Cortés en entrevista con La Prensa.
Según el Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), la temporada ciclónica de 2022 empezará el 1 de junio y cesará el 1 de noviembre, aproximadamente. En esta temporada, las inundaciones son constantes y devastadoras específicamente en el Valle de Sula.
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Solicitudes de alcaldes
En ese sentido, los alcaldes señalan que los proyectos que se construyeron no proveen suficiente alivio para las comunidades en el productivo Valle de Sula. Exigen que el Gobierno central apresure los proyectos pues en tres meses empezará la temporada de lluvias que tanto aqueja al Valle de Sula.
“Deben dar mantenimiento de los bordos pero que sea real, no con tierra que parece azúcar, esto nos atrasa en desarrollo. Potrerillos fue el puerto terrestre principal del país, pero no se le ha dado el interés a proteger realmente este municipio”, continuó denunciando el alcalde de Potrerillos.
Por su parte, el alcalde de Villanueva, Cortés, Walter Perdomo cree la comisión encargada de la reconstrucción del Valle de Sula necesitaba mucho más presupuesto que el asignado por el Gobierno del expresidente Juan Orlando Hernández (2012-2020).
“La comisión necesitaba altos presupuestos, ahora que son instituto debe cumplir con el verdadero objetivo de proteger las obras de infraestructura de los municipios y así evitar las inundaciones, pero para eso necesitan inversiones fuertes de al menos 1,500 millones de lempiras”, concluyó.
Huracanes 2020
Como consecuencia de las devastadoras tormentas tropicales Eta y Iota que azotaron el país en octubre de 2020, la situación de los ríos es una amenaza para el particularmente afectado Valle de Sula y sus comunidades.
Luego de estas tormentas tropicales, la pobreza en Honduras aumentó al 70% en 2020. Estas cifras representaron un alza de 10.7 puntos con respecto al 59.3% de 2019. Estas cifras ya venían en aumento debido a la pandemia de covid-19, según indica un informe de la Universidad Nacional Autónoma del país (UNAH).
Algunas escuelas, casas, calles, puentes y centros de salud en estas comunidades en situaciones vulnerables siguen esperando la reparación. Los habitantes del Valle de Sula exigen respuestas por parte del Gobierno Central.
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