Las familias migrantes separadas a la fuerza durante el gobierno del ahora expresidente Donald Trump han sufrido "daños psicológicos graves", según un estudio difundido por Public Library of Science (PLoS One).
El estudio, encabezado por Kathryn Hampton, de Médicos por los Derechos Humanos en Nueva York, contó con la participación de Linda Camaj Deda, del Departamento de Medicina Interna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan.
Entre 2017 y 2018, el gobierno de Estados Unidos separó a más de 5 mil niños y niñas -la mitad de ellos menores de cinco años- de sus padres cuando llegaron a la frontera sur pidiendo asilo; todavía no se ha precisado cuántos de ellos han vuelto a reunirse con sus familias.
"La decisión de separar a los inmigrantes indocumentados de su niños, incluidos algunos lactantes y antes de que hablaran, de sus padres y madres, sin intención alguna de reunirlos o siquiera de rastrear eficazmente los paraderos, no es una opción legítima", indicó el estudio.