La tragedia de San Antonio en Texas, Estados Unidos, donde murieron 53 migrantes por asfixia al interior de un tráiler, entre ellos cinco hondureños, provocó consternación a nivel internacional, donde contaron la historia de los compatriotas oficialmente identificados.
La muerte de Fernando Caballero de 19 años y de los novios Alejandro Caballero, de 22, y Margie Paz, de 24, fue destacada por medios internacionales en los que detallaron que la pareja iba en busca de "una vida mejor".
Además de ellos, entre los hondureños fallecidos en San Antonio también está Adela Ramírez originaria de Omoa, Cortés y Yazmín Nayarith Bueso de 37 años originaria de El Progreso, Yoro.
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La BBC, NBC, FOX, Univision, Los Ángeles Times y otros medios internacionales lamentaron la muerte de los compatriotas identificados por las autoridades de la Cancillería de Honduras.
El último reporte de las autoridades estadounidenses detalla que 40 de los muertos eran hombre y 13 mujeres, en su mayoría originarios de México, otros de Guatemala y Honduras.
Por este hecho han sido detenidas cuatro personas identificadas como Homero Zamorano (supuesto conductor del tráiler), Christian Martínez, Juaan D'Luna y Juan Francisco D'Luna.
En el caso de Martínez y Zamorano, de ser encontrados culpables, podrían ser condenados a cadena perpetua o sentencia de muerte.
Lo que escribieron los medios sobre los hodnureños:
1.Fox (Las Vegas)
2. Univision (Estados Unidos):
3. BBC News (Inglaterra):
4. Los Ángeles Times (Estados Unidos):
5. NBC (Estados Unidos):
6. CNN (Estados Unidos):
7. CBS News (Estados Unidos):
Los sobrevivientes están en el hospital
Según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en Estados Unidos, once de los 16 sobrevivientes se encuentran bajo observación médica, dos de ellos en estado crítico.
El arzobispo de la diócesis de San Antonio, Gustavo García Siller, dijo que los migrantes no podían comunicarse debido a las condiciones en las que se encontraban cuando los visitó durante esta semana.
"Estaban todos enganchados a máquinas y algunos intubados por lo que no había posibilidad de diálogo. Mi lugar era orar, pensar en sus familias. Hablé con algunos de ellos sin recibir ninguna respuesta, pero sabía que estaba hablando con personas reales que sufren y que Dios conoce sus corazones", dijo.