El pequeño Daniel Lazo Guzmán estableció una relación de amistad con el hijo del hombre que, supuestamente, le arrebató la vida, y el tío explicó que nadie más de la familia tenía relación con el presunto asesino.

"Mi sobrino, él siempre llevaba su bicicleta a donde paraba el autobús escolar. A veces iban juntos, mi sobrino y su hijo", contó al medio de comunicación.

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Llamada de emergencia

El viernes 25 de abril, en horas de la noche, Orepose entró a la casa de unos vecinos, en San Jacinto, Cleveland, Texas y disparó a discreción con un rifle AR-15, matando a cinco hondureños.

De acuerdo a algunos sobrevivientes, el mexicano se molestó porque los hondureños le pidieron que dejara de hacer disparos al aire.

Ramiro Guzmán dijo que llamó al 911,para reportar que estaba haciendo tiros. Llamaron hasta tres veces, pero no tuvieron éxito.

Guzmán vio morir a su esposa e hijo, pero también vio salir del armario a su sobrino, el pequeño Daniel, mientras agonizaba.

Durante la entrevista con el medio internacional, Ramiro Guzmán recordó que el menor llegó a los Estados Unidos cuando tenía tres años con la esperanza de encontrar un “futuro mejor”, como el resto de la familia.

“Era muy cariñoso con sus hermanos y con todos. Nunca buscó problemas, siempre fue muy cariñoso”, así recordó a su sobrino.

Captura

En horas de la noche del martes 2 de mayo, se reportó la captura del presunto asesino de los cinco hondureños, luego de cuatros días de intensa búsqueda, que involucró a 250 agentes.

Imagen compartida luego de la captura de Francisco Oropesa.

De igual manera, se ofreció una recompensa de 80 mil dólares (1,940,972 lempiras) a quien dieran información sobre el paradero del mexicano.

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