Han pasado nueve años y seis meses desde que Marco Antonio Amador Martínez salió de su casa ubicada en la colonia Rafael Leonardo Callejas (Comayagüela), pero para doña Mary Martínez, es como si el tiempo se hubiese detenido, en su memoria está grabado aquel momento en que despedía a su hijo cuando emprendía un viaja en busca del sueño americano.

Consiente de los riesgos que representa la ruta migratoria irregular, le pidió que se quedara, que juntos podrían salir adelante, sin embargo, con apenas 1,500 lempiras en mano, Marco Antonio emprendió su viaje.

 “Cuando yo menos acordé, él salió me imagino que a conseguir dinero y cuando él regresó, regresó con 500 lempiras y me dijo; mami, consígame unos centavitos para yo poder irme, y mi esposo lo único que pudo conseguir fueron mil lempiras y con esos 1,500 lempiras él buscó irse, no sé si con el apoyo de los amigos”

Huyendo de la pobreza y la violencia

Martínez, trabajaba como conductor de taxis un rubro muy golpeado por la violencia en Honduras, su madre relata que hubo ocasiones en las que después de una larga jornada de trabajo, llagaba a casa con 50 lempiras de ganancia.

Consciente que con esos ingresos jamás podría darle una educación digna a su hija y mucho menos comprarle una vivienda, Marco Antonio decidió asumir los riesgos de la ruta migratoria, jamás se imaginó que desaparecería en el camino.

Comienza la travesía

Durante su travesía logró comunicarse tres veces con su madre, salió de su casa el 23 de febrero de 2013, pero fue hasta siete días después que logró llamarla, él ya estaba en Palenque, México, justo antes de abordar el tren que lo llevaría a la frontera Sur de Estados Unidos.

Al día siguiente era su cumpleaños (22) alguien le regaló una llamada, se escuchaba feliz “¿Mami, sabe qué día es hoy? Me preguntó, Sí le dije, hoy estoy cumpliendo años me dijo, ¡Cuidadito te pones bolo le dije! ¡no mami solo es una cervecita que me regalaron! me dijo” comenta doña Mary a tunota.com.

La tercera llamada se produjo el 06 de marzo de 2013, le contó a su mamá que ya había llegado a Nuevo Laredo, Tamaulipas, México, sabía que era muy difícil cruzar la frontera solo.

Buscó un coyote, este le dijo que le cobraría 2,500 dólares, una cifra que ni él ni su familia podían pagar.

Doña Mary comenzó a llamar a todos sus familiares en Estados Unidos en busca de apoyo, nadie le tendía la mano, hasta que un primo de ella le prometió ayuda, pero no sería inmediata.

Marco Antonio tendría que trabajar en México un por un tiempo para reunir cierta cantidad de dinero y completar con lo que su primo le enviaría, lo que le cobraba el coyote.

El mismo primo contactó a un amigo en Reynosa, México, para que le diera trabajo a Marco Antonio, de esta forma él podría sostenerse mientras reunía los 2,500 dólares que le cobraba el coyote para llevarlo a Estados Unidos.

Última llamada 6 de marzo de 2013

El amigo del primo de doña Mary lo mandó a buscar a Nuevo Laredo; y en el camino, supuestamente un grupo del crimen organizado subió al autobús, bajó a Marco Antonio y hasta la fecha, no se ha sabido nada de él.

Las hipótesis son diversas, hay quienes creen que Marco Antonio cayó víctima de la violencia que impera en México, otros creen que un grupo criminal lo reclutó para explotarlo en actividades ilícitas.

Doña Mary, prefiere pensar que está preso y no ha podido realizarle una llamada para pedir ayuda, pues ha escuchado que centeneras de personas están en prisión por no tener acceso a un abogado.

“Esto a uno lo mata, día a día pensar dónde está, qué le están haciendo o qué le hicieron o dónde lo enterraron, uno no sabe; y esa es la angustia que tiene uno día a día”.

Desde los diferentes Comités de Familiares de Personas Desaparecidas, hacen un llamado a las autoridades de relaciones exteriores, para que tomen la base de datos de personas desaparecidas y que hagan una búsqueda en las cárceles.

Uno no deja de pensar, es día a día que uno está pensando en su hijo y es un dolor profundo… la angustia de tenerlo a él desaparecido es muy grande porque es un pedazo de mi corazón que me hace falta, no me quiero morir sin verlo, sin darle un abrazo”

Más de 105 mil desaparecidos en México

México es uno de los países con mayor número de desaparecidos en el mundo, más de 105 mil registrados oficialmente, solo en los últimos 7 años se han documentado 1,280 casos de personas desaparecidas, el 71% son centroamericanos, según datos del Programa de Búsqueda de Personas Migrantes desaparecidas (PBPMD)

Las familias igual que doña Mary, viven cada día esperando una llamada que les lleva a reencontrarse con sus seres queridos.

ADEMÁS: Rescatan a migrante venezolano en Trojes, El Paraíso, luego que video de su madre pidiendo ayuda se hiciera viral en redes sociales