El abuelo del pistolero que mató a 19 niños y dos profesoras de la escuela Robb en Uvalde en Texas, Estados Unidos, dijo que está muy dolido por lo sucedido y pensó que sería una víctima más si se hubiese quedado en su casa el día del tiroteo, el martes 24 de mayo.

Don Rolando Reyes, aún golpeado por lo ocurrido, contó que conoció a varios de los niños muertos. "Lo siento mucho y tengo dolor por todo. Muchos de los niños son nietos de amigos míos. Lo siento, lo siento por todo", expresó en entrevista para Univisión.

Seguido aseguró que el día del tiroteo se fue de su casa y "quizás si yo me hubiera quedado, me hubiese matado a mí también", en relación a su nieto Salvador Ramos, de 18 años, autor de la masacre en la escuela de Texas.

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El hombre indicó que aborrece las armas y que desconocía que su nieto había comprado los rifles AR-15, pero tenía una licencia de portación de armas.

Así se enteró el abuelo de los hechos

Rolando Reyes comentó que un vecino le avisó que le habían disparado a su esposa, que murió en un hospital, pero cuando regresó su nieto había escapado en un auto de la familia.

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El pistolero vivía con sus dos abuelos luego de tener discrepancias con su madre, se informó. Según declaraciones del abuelo, Ramos era un joven callado.

Un informe de la Policía estatal, entregado al senador John Whitmire, indicó que el atacante compró un fusil tipo AR-15 de un negocio con licencia federal en el área de Uvalde el 17 de mayo. Al día siguiente compró 375 proyectiles, y el 20 de mayo compró un segundo fusil.

El atacante Salvador Ramos fue abatido por la Policía al llegar a la escuela donde cometió la masacre que deja enlutada a 21 familias y conmocionado a Estados Unidos.

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