Arqueólogos anunciaron el hallazgo de lo que podría ser la mayor fosa común descubierta en Europa, ubicada en el sur de Alemania.

En un comunicado de prensa emitido el martes 26 de marzo, se informó que alrededor de 1,000 esqueletos de víctimas de la peste negra fueron encontrados hasta el momento en fosas comunes en el centro de la ciudad de Nuremberg.

Los expertos creen que estas fosas podrían contener en total más de 1,500 personas.

¿Nueva epidemia?: Se disparan los casos de una enfermedad resistente a antibióticos en China

Los restos fueron descubiertos durante un estudio arqueológico realizado antes de la construcción de nuevos edificios residenciales en la ciudad.

Melanie Langbein, del departamento de conservación del patrimonio de Nuremberg, explicó a CNN que se identificaron ocho espacios, cada uno de los cuales contenía varios cientos de cadáveres.

"Estas personas no fueron enterradas en un cementerio convencional, aunque en Nuremberg teníamos cementerios designados para la peste", señaló Langbein.

"Esto indica una gran cantidad de muertes que necesitaban ser enterradas en un corto período de tiempo, sin seguir las prácticas cristianas de entierro", agregó.

Langbein sugirió que una epidemia como la peste es la explicación más probable para estas fosas comunes.

Brotes

Nuremberg experimentó brotes de peste aproximadamente cada década desde el siglo XIV en adelante, lo que dificulta la datación de los restos.

Los arqueólogos utilizaron la datación por radiocarbono para fechar una de las fosas comunes entre finales del siglo XIV y principios del siglo XVII.

Además, encontraron fragmentos de cerámica y monedas que datan del extremo posterior de ese rango en el sitio.

También descubrieron una nota de 1634 que detalla un brote de peste que mató a más de 15,000 personas en 1632-1633, indicando que casi 2,000 personas fueron enterradas cerca de St. Sebastian Spital, el lugar de la excavación actual.

Estas evidencias llevaron al equipo a concluir que el grupo de restos más antiguo probablemente data de la epidemia de 1632-1633.

Julian Decker, cuya empresa In Terra Veritas lleva a cabo la excavación, expresó su sorpresa por el hallazgo.

"No había indicios que sugirieran que hubiera entierros en este lugar", comentó Decker, añadiendo que cuando se descubrieron los primeros restos, pensaron que podrían ser consecuencia de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.

Estimación

Decker ahora estima que el sitio puede contener más de 1,500 cadáveres. "Personalmente, espero que el número sea de 2,000 o incluso más, lo que lo convertiría en la fosa común más grande de Europa", afirmó.

Langbein mencionó que la epidemia de 1632-1633 fue especialmente devastadora debido al impacto de la Guerra de los Treinta Años, una serie de conflictos que se libraron entre varias naciones europeas entre 1618 y 1648.

Las tumbas proporcionan una muestra representativa de la sociedad de la época, lo que permite a los investigadores examinar las características demográficas de la población.

"Podemos explorar el tamaño y la demografía de la ciudad con las mismas herramientas que usaría un equipo de censo moderno con una población reciente", explicó Decker, incluyendo el porcentaje de niños y adultos, mujeres y hombres, y la salud en general.

"Técnicamente podríamos determinar qué porcentaje eran zurdos", añadió.

El siguiente paso es completar la excavación, así como limpiar y analizar el material óseo, según Langbein.

Además, habrá colaboraciones con instituciones interesadas en ciertos aspectos de los hallazgos, como el análisis del genoma de la peste y la investigación de huevos de parásitos en el suelo.

"Estamos planeando una exposición, pero esto llevará tiempo, por lo que lo más pronto que podríamos estar listos sería el otoño de 2025", concluyó Langbein.

LEA TAMBIÉN: Investigan a estadounidense que pasó una noche con dos menores en un hotel