Policía de Alemania detuvo a la activista climática sueca Greta Thunberg junto a un grupo de militantes ecologistas que están en contra de la ampliación de una mina de carbón en Lützarath.

En dicho lugar, quedó acordonaba tras demolerse sus casas, granjas y construcciones de madera. Durante varios días, centenares de activistas se resistieron a su desalojo, en medio de un fuerte despliegue policial.

Sin embargo, a Thunberg como a los demás activistas se les transportó a upa unos 50 metros fuera del lugar y se procedió a controlar sus documentos de identidad.

La policía explicó que permanecer en ese lugar era peligroso, por lo que se procedió a llevarse una a una a las personas que participaban en la acción de protesta.

También los movimientos medioambientales convocantes en cambio, aseveraron que los policías actuaron con una contundencia desproporcionada, incluidos golpes de bastón en la cabeza contra los activistas.

Protestas

El sábado la activista estuvo en la protestas, donde alrededor de 300 militantes ambientales fueron evacuados de Lützerath a lo largo del operativo y se registraron cuatro actos de resistencia al desalojo.

Algunos manifestantes intentaron burlar las barreras policiales para acceder al pueblo y llegar al borde de la mina a cielo abierto y como respuesta la policía usó cañones de agua y gas pimienta.

El sábado la activista calificó la ampliación de la mina de "traición a las generaciones presentes y futuras" al dirigirse a los cerca de 6,000 manifestantes que marcharon hacia Lützerath.

"Alemania es uno de los mayores contaminadores del mundo y tiene que rendir cuentas", afirmó Thunberg.