Kim Jong-un decidió "reprender" a los responsables de la construcción de un hospital en Pyongyang, capital de Corea del Norte, porque, a su juicio, su desempeño fue "negligente". La noticia causó revuelo en el territorio norcoreano.

El líder norcoreano señaló a los encargados de ejecutar la obra de cometer una serie de negligencias financieras, por lo que ordenó su despido, informaron el lunes medios oficiales de Corea del Norte

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Esperada obra

La obra del nuevo Hospital General de Pyongyang estaba programada para ser entregada el 10 de octubre, en el marco del 75 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores de Corea, que lidera Kim, pero debido a los retrasos que presenta, las autoridades estimaron que no estará listo.

Durante una ceremonia, en marzo de este año, el líder supremo de Corea del Norte presentó el proyecto como una "misión crucial" para la política sanitaria del país, pero tras haber sido informado sobre los avances en la obra, Kim "señaló problemas graves", indicó el lunes la agencia oficial KCNA.

La comisión responsable de la obra se mostró "negligente" en la financiación del proyecto, cuyo "presupuesto no se estableció correctamente", denunció Kim.

Pese a los señalamientos, la agencia norcoreana no aportó detalles sobre las negligencias, pero Kim Jong-un pidió al Comité Central del partido en el poder que abra una investigación y que los responsables sean reemplazados.

Según detalló la agencia AFP, en esta nación las grandes obras son un medio de propaganda interna para reforzar la credibilidad, sin embargo, algunos expertos observan que, en general, "se suele dar más importancia a que las obras se realicen rápidamente que a que las infraestructuras sean de buena calidad". 

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