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Un hombre se arrepintió de haber robado la plata y el cáliz de la iglesia Juan XXIII, ubicada en El Callao, ciudad en Perú, por lo que regresó al lugar a devolver las pertenencias y dejó una nota asegurando que no quiere ser un pecador.
Unos 14 días después del hurto, el sujeto envió un paquete a través de delivery al padre que dirige la parroquia.
"Padre, lo siento, estoy arrepentido. Tengo una niña y está necesitada. Por favor, no quiero ser un pecador, solo no me denuncie, se lo pido de rodillas y que Dios me perdone", decía la nota que el ladrón envió.
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El padre, Jorge Ramírez, dijo al medio de comunicación Buenos Días Perú que al mirar la bolsa que le enviaron creyó se trataba de un desayuno, sin embargo, se sorprendió al ver las pertenencias de la iglesia dentro de ella.
"En la nota él se arrepiente de lo que ha hecho y dice que su hija necesitaba el dinero, entonces por eso robó y ahora me pide que no lo denuncie porque no quiere dejar sola a su hija", dijo Ramírez.
Según el religioso, el cáliz está valorado en 6,500 soles (más de 40 mil lempiras).
Cabe mencionar que no es la primera ocasión en la que individuos roban cosas dentro de la iglesia. En otros momentos también se han llevado sillas, bicicletas y mesas, por ese motivo se instalaron cámaras dentro del lugar.
Entretanto, el padre solicitó el apoyo de las autoridades policiales para que resguarden a los feligreses y empleados del templo.
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