Una mujer fue imputada por las autoridades de Colombia, por el delito de maltrato animal agravado luego de que supuestamente mandara a matar a su propia mascota.

Según revelaron las autoridades del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) de la Fiscalía General de la Nación, la mujer habría pagado 5 mil pesos colombianos (31 lempiras aproximadamente) para acabaran con la vida del perrito.

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De acuerdo a la investigación realizada y el material probatorio que los agentes recabaron, la procesada, Aida Luz Paternina, contrató a un menor de edad para matar a Sparky porque al parecer “tenía muchas garrapatas”.

El adolescente llevó a la mascota de Paternina a un lugar alejado, lo amarró a un árbol y le infirió varias heridas con arma blanca, posteriormente otra persona llegó a la escena y lo agredió con una piedra, hasta dejarlo inconsciente.

El siguiente día, Sparky regresó a la vivienda de sus dueños; al percatarse de la condición grave del animal, los vecinos lo trasladaron a una fundación protectora de animales para que le dieran asistencia veterinaria.

Sparky mascota colombia
Después de su recuperación, Sparky fue dado en adopción.

Afortunadamente el perro no murió, pero su recuperación fue difícil, tuvo que ser sometido a un proceso de rehabilitación facial y la parte ósea afectada fue reconstruida. Después de su recuperarse fue dado en adopción.

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Otro caso

La Fiscalía también comunicó que otro sujeto fue imputado, este porque según denuncias de ciudadanos abusaba sexualmente de una canina en vía pública.

El hombre identificado como Lisímaco Suárez Hernández fue detenido y ahora enfrenta la justicia, por su parte, la perrita fue atendida por veterinarios.

Consecuencias legales

Según la ley colombiana, quienes causen la muerte o lesiones que menoscaben gravemente la salud o integridad física de un animal, podrán enfrentar una pena en prisión de 12 a 36 meses, con multas de entre 4.5 y 54.5 millones de pesos (28 mil y 342 mil lempiras).

También enfrentarán inhabilidad especial de uno a tres años para ejercer su profesión, oficio o comercio, si están relacionadas con el trato animal.

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