Miguel Córdova es un joven de Tabasco, México, a quien el accidente le cambió la vida, pues dormía debajo de la zona donde se desplomó la Línea 12 del Metro en México y solo así pudo ser encontrado.

Miguel fue entrevistado por la prensa mexicana y tras haber vivido de cerca el hecho en su país, sus declaraciones conmovieron al país a tal grado que su comentario se hizo viral en redes sociales.

La noticia llegó a Tabasco, en especial a su natal pueblo de Olcuatitán, y causó una gran sorpresa entre la familia Córdova, pues desde hace seis años dieron por muerto al joven Miguel Ángel, incluso, le habían realizado una vela.

"Primero lo identificamos con verlo prácticamente, porque su rostro es reconocible y luego por su forma de hablar y todo. Cumplía con todos los datos. Después de que vimos el vídeo le platiqué a mi mamá y se nos puso mal porque ella es diabética, hipertensa, tiene el colesterol alto y padece de muchas enfermedades", explicó Ausencio, su hermano a Excélsior.

La familia de Miguel Ángel pensaba que había muerto debido a que él viajó a la Ciudad de México para arreglar un asunto familiar, donde toda la familia juntó dinero para pagarle el pasaje. Sin embargo, uno o dos días después de que se fue, recibieron una llamada en la que se les informó que nunca llegó al sitio al que tendría que haber arribado.

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“Quince días después de buscarlo, la Fiscalía nos notificó que se había encontrado un cuerpo con todas las características (que tenía mi hermano). Nos pidieron que lo fuéramos a identificar", continuó Ausencio.

"Nosotros lo vimos y parte del cuerpo estaba ya en estado de descomposición. Lo que nos dijo el forense es que la fecha de muerte y todos los detalles coincidían con la fecha de su desaparición y que llevaba aproximadamente 14 días de muerto", dijo Ausencio para Grupo Imagen de México.

De tal modo que los familiares lo reconocieron como suyo y el cuerpo, que presuntamente correspondía a Miguel, se les entregó para que lo sepultaran.

"Nosotros desde ese momento lo velamos, le dimos la cristiana sepultura como se acostumbra. Le hicimos sus rezos, le hicimos todo… y, pues, para nosotros ya está muerto", añadió.

“Mi papá murió creyendo que él estaba muerto, mi mamá también creyó que estaba muerto y cuál es la sorpresa ahora que resulta que está vivo”, reflexionó Ausencio.

Según Excélsior, sus familiares saben que no quiere regresar a Tabasco, pero piden poder hablar una vez más con él.

"Quisiéramos que por lo menos hable con mi madre y prácticamente con nosotros. Yo sé que no quiere saber nada, pero no hay problema, pero por lo menos que le dé una explicación a mi madre", suplicó Ausencio.

Miguel es el mayor de siete hermanos, tres hombres y cuatro mujeres, quienes también están intrigados por saber las razones por las cuales él no quiere regresar a su hogar.

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