Las organizaciones agrupadas en el Equipo Regional de Monitoreo y Análisis de Derechos Humanos en Centroamérica, expresaron el domingo pasado su "repudio" a la "represión sistemática" contra miembros de la Iglesia católica en Nicaragua.
En un comunicado de prensa manifestaron, "Expresamos nuestro repudio a la represión sistemática generada por el gobierno nicaragüense en contra de personas pertenecientes a la Iglesia Católica", indicaron.
Además, condenaron "enérgicamente el asalto ocurrido en la madrugada del viernes en la Curia Episcopal de Matagalpa", que se originó debido a la detención del obispo Rolando Álvarez y otras personas.
Y añadieron al comunicado que "este no es un hecho aislado, por el contrario, es parte de una serie de ataques, acoso y criminalización generada por el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra de la iglesia católica, dado el papel que esta ha tenido en la defensa en los derechos humanos".
Asimismo, rechazaron una publicación de la Policía Nacional, en la cual, “esta entidad justifica su abuso de autoridad en perjuicio del obispo Álvarez y la iglesia acusándoles, sin ningún fundamento, de realizar actividades desestabilizadoras y provocadoras en contra del Gobierno".
De igual forma, las organizaciones también exigieron la liberación de Álvarez, del camarógrafo Sergio Cárdenas, los seminaristas Darvin Leiva y Melkin Sequeira, así como de los curas José Luis Díaz, Ramiro Tijerino, Sadiel Eugarrios y Raúl González, "quienes están recluidos en la prisión El Chipote desde el viernes".
Y agregaron, "Demandamos que se les respeten sus garantías fundamentales, así como su integridad física y psicológica", y llamaron a la comunidad internacional "a condenar y a estar atenta a los constantes atropellos a los derechos humanos de la ciudadanía nicaragüense".
Cabe destacar, que entre las organizaciones del Equipo Regional, se encuentra el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), la Comisión de Derechos Humanos de Panamá (CONADEHUPA) y la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), entre otros.
Por otra parte, Álvarez, fue el primer obispo arrestado desde que Ortega retornó al poder en Nicaragua en el 2007, y actualmente se encuentra bajo "resguardo domiciliario" en Managua.
En Nicaragua, las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica, han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años.
Con información de EFE.